El cine ha especulado sobre nuestra relación con la tecnología pero hoy, al convertir nuestras fotos en obras ghibliescas mediante IA, no solo jugamos con una herramienta innovadora, sino que activamos escenarios que la ciencia ficción ya había explorado.
En las últimas semanas, una nueva tendencia impulsada por ChatGPT ha inundado las redes sociales: la transformación de fotografías personales en ilustraciones al estilo del Studio Ghibli, el afamado estudio de animación japonés responsable de películas icónicas como El Viaje de Chihiro y Mi Vecino Totoro. Aunque estas imágenes generan ternura y nostalgia, también plantean serias preocupaciones éticas, legales y ambientales.
LO QUE LA CIENCIA FICCIÓN YA ANTICIPÓ
El encanto nostálgico de las películas del
Studio Ghibli -con sus mundos oníricos y personajes entrañables- ha inspirado
una nueva moda digital que recuerda a distopías tecnológicas que el cine y la
televisión ya habían imaginado. Desde "Black Mirror" hasta
"Blade Runner 2049", la ficción nos ha advertido sobre los peligros
de replicar estilos artísticos mediante inteligencia artificial.
Hoy, esa predicción se hace realidad
cuando herramientas como ChatGPT permiten transformar fotografías cotidianas en
ilustraciones que emulan el estilo visual del célebre estudio japonés.
EL DILEMA DEL APRENDIZAJE AUTOMÁTICO: ¿INNOVACIÓN O APROPIACIÓN?
Carlos Andrés Pérez, investigador de la
Universidad Nacional de Colombia especializado en ética digital, explica que
estas plataformas operan mediante un proceso que recuerda al controvertido
sistema de "replicantes" de "Blade Runner".
Sistemas como DALL·E, Midjourney y Stable
Diffusion han sido entrenados utilizando millones de imágenes sin
consentimiento, tal como anticipara la serie "Years and Years" de la
BBC, donde la IA absorbía todo el conocimiento humano sin regulación.
EL VACÍO LEGAL EN UN MUNDO QUE YA LO HABÍA PREVISTO
Otro aspecto crítico es la falta de
transparencia sobre el destino de los datos personales subidos a estas plataformas.
Aunque OpenAI asegura que no usa las imágenes de los usuarios para entrenar sus
modelos, en Colombia el marco legal aún es incipiente. La Ley 1581 de 2012 de Protección
de Datos Personales y el Decreto 1377 de 2013 regulan el tratamiento de
información, pero no contemplan específicamente el uso de datos por parte de IA
generativa.
La situación jurídica en Colombia refleja
los escenarios planteados en episodios como "The Entire History of
You" de "Black Mirror". El marco jurídico vigente no contempla
los desafíos de la IA generativa, dejando un vacío similar al que mostraba la
película "Minority Report" con su tecnología predictiva sin
regulación.
El tratamiento de datos personales en
estas plataformas materializa los temores expuestos en "The Social
Dilemma". Como en "Person of Interest", donde una máquina
vigilaba a toda la población, hoy nuestras interacciones digitales se
convierten en insumos valiosos para empresas tecnológicas.
Las iniciativas gubernamentales
colombianas recuerdan los esfuerzos regulatorios mostrados en
"Upload" o "Devs". La Política Nacional de IA y programas
como "IA para Todos" buscan evitar los escenarios distópicos que
tantas series nos han mostrado.
Aunque el camino por recorrer sigue siendo
largo, se ha dado el primer paso con la realización de foros internacionales
como la UNESCO, que en 2021 adoptó la Recomendación sobre la Ética de la IA, dando
inicio al marco global en este tema que ha tomado como derrotero del actual
gobierno.
EL COSTO AMBIENTAL QUE LA FICCIÓN IGNORÓ
Curiosamente, mientras producciones como
"Her" o "Ex Machina" exploraban la conciencia artificial,
pocas anticiparon su impacto ecológico. Hoy sabemos que generar imágenes con IA
consume recursos equivalentes a ocho botellas de agua cada una, una realidad
que supera las predicciones más pesimistas.
La huella ecológica de la inteligencia
artificial es alarmante, según un estudio de la Universidad de California,
Riverside, el cual revela que generar una sola imagen con IA puede consumir
entre 2 y 4 litros de agua debido al enfriamiento de servidores.
Además, un informe de Instituto Tecnológico
de Massachusetts (MIT por sus siglas en inglés) Technology Review estima que el
entrenamiento de un modelo avanzado de IA puede emitir tanto CO₂ como cinco
automóviles en toda su vida útil.
EL ESPEJO DE LA IA: ¿QUÉ SOCIEDAD QUEREMOS CONSTRUIR?
Como preguntaba "Westworld" con
sus androides conscientes, el desarrollo de la IA nos obliga a reflexionar
sobre nuestros valores. Las ilustraciones estilo Ghibli generadas por
computadora no son solo un divertimento tecnológico, sino el primer paso hacia
un futuro que el cine lleva décadas imaginando.
Frente a estos desafíos, Rafael Alberto
Méndez-Romero, decano de la Escuela de Ingeniería, Ciencia y Tecnología de la
Universidad del Rosario. propone cuatro líneas de acción clave.
Éstas consisten en desarrollar marcos éticos y legales adaptados al contexto colombiano, incluir alfabetización crítica en IA en los currículos educativos, impulsar investigaciones interdisciplinarias sobre su impacto social y ambiental para, finalmente, fomentar colaboración público-privada para diseñar tecnologías sostenibles.
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