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La Dirección de Función Pública está vacante tras presunto acoso laboral a su expulsada titular

Cuatro funcionarios de la Alcaldía fueron acusados de actuar arbitrariamente contra tres de sus compañeros, entre ellos una joven que no duró más de un mes porque terminó siendo declarada insubsistente.


Tras un episodio de ansiedad, Diana Karina Romero, quien fuera nombrada directora de la Función Pública por el licenciado Luis Carlos Casas, alcalde del cercado fuerte al final de la llanura, tuvo que dejar su cargo sin ser escuchada de manera atenta y empática por el burgomaestre, pero dejando una queja ante el Comité de Convivencia Laboral, el cual tiene cercanía con las señaladas funcionarias que habrían causado afectación de la salud de su entonces jefe inmediata.

UN HECHO INÉDITO

El pasado febrero 8 esta joven tuvo un episodio ansioso al cual no le pudo dar manejo y tuvo que salir corriendo de la oficina para el Hospital San Rafael, tras ser notificada por parte de la secretaria general Leidy Camila Nathalia Bautista Patarroyo, de que se le iba a abrir una investigación disciplinaria y que le iba a ir mal.

Esta comunicación Romero la tomó como amenaza, y consideró que la recibió por haberle devuelto al director de informática, por petición de él mismo, un documento que había sido radicado hacía varios días.

Pero esta, al parecer, fue la gota que rebosó la copa, pues en el transcurso de un mes se presentaron varias situaciones que pusieron al límite a Romero y que la llevaron a tomar la decisión de hacerse ver en Urgencias de un profesional en psiquiatría, quien decidió incapacitarla habida cuenta de la presunta treta que se formó entre tres personas, con amplia experiencia en el sector Público, para sacarla.

Al regresar de su incapacidad, durante la cual desempeño labores desde casa, fue recibida con una declaratoria de insubsistencia, en vez de que el alcalde le pidiera formalmente su renuncia, aunque en un corto momento en que lo pudo abordar, Casas le dijo que “tomara decisiones”.

ACOSO ENTRE MUJERES

La quejosa indica que llegó a posesionarse como directora de la Función Pública de la Alcaldía en enero 9 de 2024, día que conoció a la secretaria general, quien, según la denuncia, la recibió cuestionando el hecho de llegar ese día, observando que los papeles de posesión supuestamente salían con fecha de enero 4.

Pero lo que no sabía Bautista fue que Romero había informado que se encontraba en un viaje planeado desde antes de ser llamada por el alcalde Casas. El acta de posesión salió el día que Romero llegó, el mismo que ella le había indicado a Casas que podía iniciar labores y lo cual ocurrió.

Ese mismo día en que llegó a posesionarse, Romero fue recibida por la funcionaria de carrera Adriana Franco quien le informó de una manera que la quejosa señala de displicente, que ella es la funcionaria de apoyo a la Función Pública, agregando que era quien antes ocupaba ese cargo y que “había conseguido el cargo en la Administración pasada como directora por sus méritos y no por palanca” usando un tono irónico e incluso reiterando que tuvo que dejar “su oficina” y recoger sus cosas, para que Romero pudiera instalarse.

Ese mismo día Franco le dio a su sucesora una inducción de aproximadamente 15 minutos, “muy superficial contándome qué fue lo que ella hizo en el cargo, pero no profundizó, indicó que me iba a enviar unas diapositivas al correo electrónico, lo cual no hizo y me informó que me iba a entregar los documentos que yo requiriera a medida que pasara el tiempo”, señala Romero en su queja.

A pesar de lo anterior, la quejosa señala que requirió, una vez más y por escrito, a Franco, solicitando el acta de entrega del cargo y una reinducción al mismo, a lo cual recibió como respuesta que todo estaba en el informe de empalme y por tanto no recibió la reinducción.

Exposición de carrera

En enero 24 Franco, junto a Miryam Camacho -otra funcionaria de carrera-, le informaron a Romero que debía exponer unos informes sin ser explicitas en decir cuáles. En dichos informes, debían ser expuestos unos planes, pero las funcionarias de carrera no quisieron indicarle fuentes para elaborarlos porque “esos planes los hacían y recopilaban ellas -un total de 8 planes-”, así que le enviarían la información una vez la tuvieran consolidada.

Pero al día siguiente no habían enviado nada y al reiterar la solicitud verbal de información, Franco envió en horas de la tarde una serie de documentos que sumaban más de 110 folios, los cuales debían ser expuestos al día siguiente, a las 9 de la mañana, por lo que Romero llamó a Franco y le pidió el favor de que la acompañara a la socialización, a lo que ella respondió que debía apoyar a la secretaria general con otras actividades y que se le imposibilitaba acompañarla, sin tener en cuenta que Romero era su jefe inmediata, haciendo así caso omiso a la orden.

Al ser enterada de la situación, la secretaria Bautista le indicó a Romero que si la dupla Franco-Camacho no seguía indicaciones era por que el problema era Romero y no ellas, por lo que le recomendó que, si llegaba a necesitar apoyo, le informara a ella porque era la jefe y por tanto quien puede impartir instrucciones. Franco acompañó finalmente a Romero, ya que su jefe -Bautista- le había indicado hacerlo. Pero al momento de proyectar las diapositivas se presentaron errores técnicos.

En ese momento llegó Nestor Iván Cifuentes Arias, actualmente secretario de Planeación, a decir que “no había tiempo que tocaba rápido” y, ante los problemas técnicos, dijo: “sencillo, presenten los planes, y de ahí preguntamos que la directora debe saberlos…”, procediendo entonces a hacer preguntas y a intervenir. Una vez pasó esto a Romero le dio un episodio de ansiedad que le impidió seguir hablando, por lo que Franco de forma sarcástica dijo que tomaba la palabra ya que “la doctora Karina se puso ansiosa…”

De esta situación también tuvo conocimiento Bautista, quien le llamó la atención a Romero diciéndole que por qué no se había ido de la socialización si se iba a poner a llorar, que uno no debía producirle lástima a las demás personas si no afrontar la situación y, aprovechando la oportunidad, le reprochó su forma de vestir.

EL ACOSO MACULINO

Por su parte Cifuentes, uno de los mejores amigos del representante Óscar Hernán Sánchez León y quien ha sido visto en horario fuera de la oficina compartiendo cariñosamente con Adriana Franco, expresó comentarios sarcásticos un día que Romero estaba reunida con la dupla Camacho-Franco -quienes en horario de oficina son casi que inseparables- y una funcionaria de CAFAM, quien estaba socializándole los programas que adelanta la Caja de Compensación y los descuentos existentes por convenios con algunas universidades.

De manera imprudente al intervenir en una conversación que no es de su competencia, Cifuentes, conocido como “el bacteriólogo”, dijo: “yo ya estudié mucho, y estudié dos carreras, los cinco años completos presenciales diurno no como otra que sacó un título los fines de semana en 3 años”, agregando que “menos mal yo [Romero] estaba acompañada por la doctora Franco, que ella sí sabía”, se lee en el escrito.

Romero es Administradora Pública de la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP), la cual se caracteriza por dictar clases los sábados y domingos. Sin embargo, Romero cuenta también con un título de abogada en la Universidad Santo Tomás que dicta la carrera en horario diurno. En todo caso, Romero se pudo posesionar en el cargo porque cumplía con el perfil, lo que al parecer no pasa con Adriana Franco, pues no es titular aún de la Dirección de Función Pública, la cual tiene en encargo el director de Juventud Ángel Alarcón, quien ha firmado los Certificados de No Planta.

Pero antes, Cifuentes, cuando fungía como asesor externo, “llegó con una actitud muy grosera ordenando que por favor suplieran el cargo de profesional universitario dado que el funcionario de carrera Fabián Gómez estaba ocupando por encargo la titularidad de Planeación ante lo cual, Franco procedió a adelantar el proceso de encargo a la señora Rubiela León desde su correo electrónico sin existir un acto administrativo, documento escrito o equivalente que le delegara para hacer esa función".

Desde entonces comenzaron a llegar las solicitudes de certificaciones de no planta y de insuficiencia para que cada dependencia pudiera adelantar el proceso de contratación de personal de apoyo. En ese momento Bautista le informa a Romero que la dupla Franco-Camacho iba a encargarse de hacerle una segunda revisión a las certificaciones y la proyección de cualquier documento que estuviera a cargo de Romero. “…de ahí en adelante empecé a adelantar labores meramente asistenciales” señala la quejosa en su escrito.

ARBITRARIEDADES NO ALCAHUETEADAS

Pero Romero descubrió algo más extraño: Franco es profesional universitario cuyas funciones son propiamente del Archivo General, pero esta le había informado a la quejosa que la secretaria general la delegó de manera verbal para adelantar los diferentes procesos, procedimientos y planes que se desarrollan en la dirección de Función Pública.

Según ha podido recopilar este medio periodístico en sus casi 10 años de trabajo, Franco fue convocada por Aura Estella Fernández Galvis, secretaria de Desarrollo Económico del entonces alcalde, el arquitecto Pablo Emilio Malo García, para acompañarla en dicha cartera.

Pero Fernández renunció al cargo para aspirar a la Alcaldía. Sin embargo, terminó subida en el bus de Guillermo Aldana y una vez éste se posesionó, la nombró en la Secretaría General, a donde llevó a Adriana Franco sin, al parecer, ningún tipo de justificación jurídica. Curiosamente, Fernández se negó en un principio a cambiar el Manual de Funciones para incluir la carrera de Contaduría para que Vanessa Vidal pudiera ser secretaria de Desarrollo Social en el gobierno de Aldana.

A este suceso de una funcionaria de planta que se encuentra ejerciendo funciones que no corresponden a su cargo, ni al código asignado, se le sumarían las intenciones de buscar cupos para nombrar personas en provisionalidad, lo que puede hacer el alcalde de manera discrecional.

“Se va cuando yo quiera”: Franco

Por otra parte, el funcionario de carrera Víctor Obregoso fue a la oficina de Función Pública para informarle a Romero que ya estaba adelantando su proceso de pensión y le entregó un documento donde Colpensiones ya le reconocía su derecho a la pensión y le pide que por favor informara hasta qué momento deseaba estar activo laboralmente, lo cual permite el Código del Trabajo.

La pretensión de Obregoso era estar vinculado con la Administración hasta marzo 31 de 2024 dado que quería brindarle apoyo y acompañamiento a la nueva secretaría de Desarrollo Agropecuario, cartera a la que está adscrito. Como abogada, Romero le dijo Obregoso que no había ningún problema y que procedería a hacer lo pertinente con Colpensiones y la Administración.

Pero en ese momento llegó Franco y, en una actitud grosera con su compañero le dijo que “no se podía, que él podía estar vinculado en la Administración hasta el 20 de febrero porque era necesario darle manejo a la vacante de él”, frente a lo que Romero le indicó a la funcionaria que estaba equivocada.

La réplica de Franco fue que ella quería garantizar los intereses de la Administración y que ella había estado los 4 años en el cargo de directora, que ella era conocedora del tema. Desde entonces, Franco estuvo “prácticamente impartiéndome instrucciones y sobreponiéndose a mi concepto”, se indica en la queja.

“Para afuera”: Cifuentes

Finalmente, Constanza Carrillo, de 70 años de edad, que se desempeñó como secretaria de Planeación en el último periodo de gobierno del arquitecto Malo, y quien estaba adscrita a esa misma cartera, solicitó dos periodos de vacaciones que tenía acumulados pero la indicación de Cifuentes Arias fue declararla insubsistente por la edad, omitiendo que señora aún no tiene el reconocimiento a la pensión.

Frente a esto Romero expresó en varias ocasiones que eso no se podía hacer porque se estaría pasando por encima de los derechos de Carrillo al ser funcionaria de carrera administrativa. De ahí en adelante, el actual secretario de Planeación iba cada hora a las oficinas de Secretaría General a presionar por la declaratoria de insubsistencia, además de hacerlo por medio de WhatsApp.

La quejosa le recordó a Bautista que no estaba de acuerdo e incluso le compartió jurisprudencia que respaldaba su opinión, pero Franco dijo que no había ningún problema, que se la podía declarar insubsistente, que ella [Franco] tenía más experiencia, y entonces comenzó a proyectar la declaratoria de insubsistencia, documento que aparece como si lo hubiera proyectado Romero.

¿VÍCTIMAS EN DIFERENTE SENTIDO?

Entre Romero y Bautista hay varias cosas en común pero la principal sería la “primiparada”. El nombramiento que les hizo el licenciado Casas a estas dos jóvenes es el primero de este tipo para ambas y las dos se encontraban en entidades con funciones de Ministerio Público antes de posesionarse en Facatativá.

Mientras que Bautista venía de ejercer como personera del municipio de Zipacón, el cual es de sexta categoría, Romero venía de desempeñarse como abogada en la Contraloría de Bogotá, que es un Distrito, por tanto, pertenece a la categoría especial y requiere de un ritmo más dinámico de trabajo y con mayores exigencias legales. 

Otra de las coincidencias que existen entre estas dos jóvenes mujeres, es que fueron tenidas en cuenta por el representante Sánchez León para hacer parte del equipo de gobierno del licenciado Casas Alvarado, pero, mientras que Bautista renunció a la personería de Zipacón faltándole dos meses para terminar el periodo, Romero decidió no firmar un contrato para este año con la Contraloría capitalina.

El contraste frente a estos aspectos, según expresó fuera de micrófonos Romero, es que Bautista estaría siendo manipulada por los expertos en el servicio público Néstor Iván Cifuentes, Adriana Franco y Miryam Camacho, lo que sería lógico si se tiene en cuenta que ellas recibieron a Bautista el primero de enero, mientras que se conocen de vieja data con Cifuentes, quien ha sido personero de 2008 a 2012 y jefe de la Oficina de Control Interno de 2016 a 2020. De este tema, la titular de la Secretaría General no quiso hablar con El Observador Siglo XXI (EOSXXI).

Con el documento radicado ante el Comité de Convivencia Laboral, EOSXXI tenía planeada una transmisión en vivo para conocer de boca de la quejosa las situaciones que la llevaron a ser incapacitada y posteriormente declarada insubsistente. Pero luego de una publicación del periodista Alejandro León Rodríguez en su cuenta personal de Facebook en que cuestiona esta situación, Romero recibió una llamada de un familiar, quien le dijo que lo mejor era que saliera del municipio lo más pronto posible. Tras la recomendación, Romero claudicó en su deseo de entregar declaraciones.

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