Los humedales son ecosistemas en los que el agua es el principal factor que controla el entorno y la vida vegetal y animal asociada al mismo. Hoy ha sido un día dedicado a promover su cuidado.
Una definición amplia de humedales incluye los ecosistemas de agua dulce, los marinos y los costeros, como los lagos y ríos, los acuíferos subterráneos, los pantanos y marismas, los pastizales húmedos, las turberas, los oasis, los estuarios, los deltas y las marismas, los manglares y otras zonas costeras, los arrecifes de coral y todos los lugares creados por el hombre, como los estanques de peces, los arrozales, los embalses y las salinas.
UN VALOR DE LA TIERRA
A pesar de que sólo cubren alrededor de 6
por ciento de la superficie terrestre, son el hábitat del 40 por ciento de
todas las especies de plantas y animales, y representan uno de los ecosistemas
más valiosos de la Tierra, indispensables para los seres humanos y la
naturaleza por los beneficios y servicios que proporcionan, según lo estima la
Organización de Naciones Unidas.
Su diversidad biológica es crucial para la
salud humana, el suministro de alimentos, el transporte y las actividades
económicas que generan empleo, como la pesca y el turismo.
Los humedales son vitales para los seres
humanos, para otros ecosistemas y para nuestro clima, proporcionando servicios
ecosistémicos esenciales como la regulación del agua, incluyendo el control de
las inundaciones y la purificación del agua.
Más de 1000 millones de personas, el equivalente
a una octava parte de la población terrestre, que viven en zonas rurales y
urbanas de todo el mundo dependen de los humedales como medio de subsistencia.
De acuerdo con el Instituto Humboldt, en
Colombia los humedales cubren el 26 por ciento del territorio continental y
comprenden unas 30.781.149 hectáreas. Bajo la Convención Ramsar, un tratado
intergubernamental aprobado en febrero 2 de 1971 en Ramsar, Irán, 10 de los
humedales colombianos hacen parte de su Lista de Humedales de Importancia
Internacional o Sitios Ramsar.
Estar en la lista implica formar parte de
una nueva categoría tanto en el plano nacional como ante la comunidad
internacional y reconoce un valor significativo no sólo para el país donde se
encuentra, sino también para toda la humanidad.
- Complejo Cenagoso de Ayapel / Córdoba
- Complejo de Humedales de la Estrella Fluvial Inírida (EFI) / Guainía
- Complejo de Humedales del Alto Rio Cauca Asociado a la Laguna de Sonso / Valle del Cauca
- Complejo de humedales Lagos de Tarapoto / Amazonas
- Complejo de Humedales Laguna del Otún / Risaralda
- Complejo de Humedales Urbanos del Distrito Capital de Bogotá / Bogotá Distrito Capital
- Delta del Río Baudó / Chocó
- Laguna de la Cocha / Nariño
- Sistema Delta Estuarino del Río Magdalena, Ciénaga Grande de Santa Marta / Magdalena
- Sistema Lacustre de Chingaza / Cundinamarca
Tres de estos 10 humedales designados como
sitios Ramsar están ubicados en la Amazonia colombiana. Es el caso de la
Estrella Fluvial Inírida (EFI) en Guainía, Lagos de Tarapoto en Amazonas y en
el Corredor Andino Amazónico Norte, ubicada entre los departamentos de Nariño y
Putumayo la Laguna de La Cocha.
“Gran parte de la Amazonia prácticamente
es un humedal, tiene la influencia de ríos, lagos y humedales de diferentes
tamaños. En términos de agua, la Amazonia colombiana representa el 39 por
ciento de agua superficial. Respecto a humedales es la segunda región que
aporta al área total de humedales continentales de Colombia con un 20 por ciento”,
afirma Marcela Núñez Avellaneda, licenciada en biología con maestría en
estudios amazónicos e investigadora del Instituto SINCHI.
“Cada uno de estos tres humedales tiene
diferentes características y presentan un buen estado de conservación, porque
además de la conservación de estos humedales, se han promovido actividades que
fomentan también su conocimiento como avistamiento de aves, turismo
responsable, pesca sostenible, monitoreo comunitario, entre otras”, afirma
Núñez.
SOLUCIÓN AL CAMBIO CLIMÁTICO AMENAZADA
Los humedales constituyen una solución
natural al cambio climático. Las turberas, los manglares y las praderas marinas
son los sumideros de carbono más eficaces de la Tierra, encargándose de
capturar y almacenar el doble de carbono que todos los bosques del mundo
juntos.
Sin embargo, cuando se drenan y destruyen,
los humedales emiten grandes cantidades de carbono. Los humedales también nos
protegen de catástrofes naturales. Ante la subida del nivel del mar, los
humedales costeros reducen el impacto de los huracanes y los tsunamis, fijan la
línea de costa y resisten la erosión.
A pesar de estos grandes beneficios, los
humedales son unos de los ecosistemas que sufren mayor deterioro, pérdida y
degradación, y se prevé que esta tendencia negativa continúe como consecuencia
del rápido crecimiento de la población, la producción y el consumo
insostenible, el desarrollo tecnológico y el cambio climático.
Con una pérdida del 35 por ciento a nivel
mundial en los últimos 50 años, los humedales son nuestro ecosistema más
amenazado, desapareciendo tres veces más rápido que los bosques.
Entre las actividades humanas que provocan
la pérdida de humedales están el drenaje y relleno para usarlos para
agricultura y construcción, la contaminación, la pesca excesiva y la
sobreexplotación de recursos, las especies invasoras y el cambio climático.
Este círculo vicioso de desaparición de humedales, medios de sustento amenazados y agudización de la pobreza es el resultado de una forma de pensar que, de forma errónea, ve los humedales como meros terrenos baldíos en lugar de considerarlos fuentes de vida, empleos, ingresos y servicios ecosistémicos esenciales.
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