La Duma Departamental inició el estudio del proyecto de Ordenanza que busca garantizar desde la institucionalidad la permanencia de esta práctica ancestral declarada patrimonio inmaterial de la Nación.
La Asamblea de Cundinamarca inició el estudio proyecto de ordenanza número 0112 de 2023 "por medio del cual se incentiva la práctica del tejo como deporte en el departamento de Cundinamarca”, en concordancia con la ley 1747 de enero 8 de 2019 “por medio de la cual se declara el juego al turmequé (tejo) como patrimonio cultural inmaterial de la nación y se dictan otras disposiciones.
UN ELEMENTO IDENTITARIO
La Secretaría de Cultura, Recreación y
Deporte de Bogotá (SCRDB) estima que el Tejo o Turmequé es el único deporte
autóctono colombiano, jugado por casi el 90 por ciento de la población
colombiana.
Según datos oficiales, este deporte empezó
a ser practicado desde hace más de 500 años por los Muiscas, habitantes de los
departamentos de Cundinamarca y Boyacá. Para esa época el tejo se lo conocía
con el nombre de turmequé y hacía parte de sus fiestas ceremoniales.
Una de las hipótesis más fuertes sobre la
expansión de su popularidad señala que Turmequé, en época de conquista era un
centro de gran importancia, puesto que allí se reunían los indígenas para
comercializar productos, hacer trueques, además de realizar concursos
deportivos dentro de ellos el tejo, cuyo primer nombre era Turmequé, por el lugar
donde se practicaba.
El tejo desde sus inicios ha consistido en
lanzar el disco hacia una cancha de arcilla de 18 metros de largo, para lanzar
los discos y hacer explotar las "mechas", es decir, las papeletas de
pólvora, que se encuentran colocadas allí. Inicialmente el disco que usaban los
Muiscas era de oro, se le llamaba "zepguagoscua", y era conseguido
por el trueque o canje que hacían con indígenas de otras partes del país, pero
posteriormente y de manera paulatina se terminó usando el metálico, que es con
el que actualmente se practica.
El numeral 2 del artículo 4 de la Ley 1947
de 2019 contempla “Promocionar el juego al turmequé (tejo), para fortalecer el
sentido de pertenencia, arraigo e identidad nacional en sus manifestaciones
culturales y deportivas” y según los entonces representantes Antenor Durán y
José Carlos Mizge, ponentes de la Ley, el juego del turmequé o tejo ha sido,
desde hace años, un motor en el desarrollo económico en el ámbito local
regional y nacional, generando empleo informal, sin que se le haya reconocido
como una actividad económica, por parte del Estado.
LA INICIATIVA CUNDINAMARQUESA
El proyecto de Ordenanza que estudia la
Asamblea cursa primer debate en la Comisión de entidades descentralizadas, en
la que el diputado Jorge Humberto Garcés Betancur expuso la ponencia tras la
presentación del diputado Juan Carlos Coy,
Liliana Ramírez, Gerente del Instituto
Departamental para la Recreación y el Deporte de Cundinamarca, Indeportes,
destacó que el tejo es un deporte importante para el departamento, el cual participa
en juegos nacionales desde 1980. “Gracias a nuestro Gobernador, Nicolás García,
ha sido posible incentivar las escuelas de formación deportiva, por lo que
ahora queremos vincular su práctica a éstas, no únicamente como un asunto
recreativo, sino como un deporte formal y reconocido”, puntualizó Ramírez.
Durante la sesión en la que se inició el estudio
de la iniciativa, se exaltó el también llamado turmequé como una disciplina en
la que los deportistas del departamento se han destacado, tal como lo señaló
Jairo Guevara Vizcaíno, presidente de la Liga de tejo de Cundinamarca.
“Boyacá y Cundinamarca son los creadores
del tejo, con una liga que funciona desde 1953.Nuestros departamentos
obtuvieron cinco medallas: cuatro de oro y una de plata, en 2019”, señaló Vizcaíno.
Aunque en la actualidad 25 de los 116 municipios del departamento se encuentran afiliados a esta liga, el proyecto de ordenanza, que ya cuenta con concepto jurídico favorable, pretende no solo fomentar su práctica desde temprana edad, sino la adecuación necesaria de los escenarios deportivos en toda Cundinamarca.
0 Comentarios
El Observador Siglo XXI no se hace responsable por el contenido de los comentarios. Este es un espacio de libre opinión, amablemente solicitamos por favor compartirla con respeto.