Un “bochornoso espectáculo” se presentó entre funcionarios de la Alcaldía y concejales durante el desarrollo de una de las fechas de interdependencias, dinámica que busca generar integración por medio de la práctica competitiva de varios deportes.
Un partido de Fútbol 7 que sobre las
seis de la tarde este jueves, noviembre 10, enfrentaba en la Villa Olímpica
Municipal a los contratistas y funcionarios del Instituto de Deportes y Recreación
de Facatativá (IDRF) contra sus pares del Concejo Municipal no logró llegar a
su fin debido a la alteración del orden público que involucró a Alexander
Morales, un funcionario de la Alcaldía, y a la esposa del concejal Andrés
Felipe Ubaque Bustos, opositor del alcalde Guillermo Aldana Dimas.
LOS HECHOS EN DETALLE
Previo a este encuentro, se desarrolló
otro partido en el que se enfrentaban compañeros de la Alcaldía, varios de los
cuales se quedaron para ver y apoyar a sus compañeros en el partido entre el
IDRF y el Concejo. Dentro de los funcionarios que se quedaron se encontraba la
secretaria de Gobierno Luz Estela Amaya Romero.
Según manifestaron algunos funcionarios
del concejo y los mismos cabildantes, desde antes del inicio del partido ya
sentían un ambiente adverso y una actitud de pocos amigos de parte de los
integrantes de la Alcaldía, la cual se fue incrementado con el pasar de los
minutos, tanto que al filo del final del primer tiempo, el partido se había
convertido en un escenario de reclamos en contra del árbitro, quien ya había
expulsado a dos integrantes del equipo del Concejo y a uno de la Alcaldía, mientras
que desde afuera los funcionarios de la Alcaldía presentes incitaban a jugar
con violencia a sus compañeros en la cancha.
Luego de la pausa por los reclamos, el
partido se reinició y en un contra ataque del IDRF se produjo un gol en contra
para el concejo, nacido de un disparo que el concejal Ubaque, que estaba
jugando de arquero, no logró atajar. Pero en vez de recoger el balón, el
opositor increpó a Morales diciéndole que no le pegara a su mujer, a lo que
Morales respondió que ella lo había agredido con la vúvusela, exhibiendo en su
nariz una notoria marca de sangre.
Ante la airada respuesta del funcionario,
el cual continuó lanzando improperios, el concejal salió de la cancha pero la
intervención tanto de sus compañeros como de varios funcionarios de la Alcaldía
impidieron que la situación pasara a mayores. Minutos después llegó el mayor
Manuel Andrés Guacaneme, comandante de la Estación de Policía, pero ya los
concejales iban en dirección a sus vehículos para marcharse. El segundo tiempo
no se jugó.
INDIGNACIÓN DE LOS CONCEJALES
Una vez cerca de sus vehículos, los
concejales Edgar Castro, Camilo Guevara, John Rojas, Óscar Villalba y Diego
Cabrera analizaron la situación y escucharon de sus subalternas que la secretaria
Amaya estaba incitando a los funcionarios para que “partieran” a los concejales
y que, incluso, a uno en específico lo lesionaran. Así mismo, indicaron que
cuando el concejal Ubaque le reclamó por la falta de convivencia, ella le dijo “de
malas bojote”.
Frente a esto, al ser consultada la jefe
de la cartera de Gobierno y Convivencia Ciudadana expresó de manera escueta que
esos comentarios no los hizo “para nada” y que “no lo haría de ninguna manera”.
En contraste, indicó que “estaba haciéndole barra al equipo de prensa que jugó
primero donde estaba jugando uno de mis contratistas” y que “en el segundo
partido no tenía ningún interés”.
Frente a los correctivos a ser tomados,
Amaya Romero señaló que “es un tema personal entre ellos que lo llevarán a las
instancias respectivas, eso pasó en un escenario público y de mi parte se
solicitó la presencia de la Policía”.
Sin embargo, el malestar quedó en los
concejales. Cabrera, quien lleva tres periodos constitucionales seguidos ocupando
la curul, se declaró indignado porque desde el inicio de Interdependencias ha
sentido una actitud que calificó de “resentida” por parte de los funcionarios y
afirmó que jamás había sucedido algo parecido, recordando que en su primer
periodo, siendo alcalde Orlando Buitrago, lo llamaban los fines de semana para
jugar futbol a pesar de ser crítico de la Administración y de haberse declarado
en oposición.
Por su parte, el concejal Edgar Castro,
uno de los concejales que son abogados pero el único que ejerce el litigio en lo
penal, tipificó el acto de Morales bajo el delito de violencia de género y
consideró que esa no era la forma de reaccionar del hombre, así hubiera sido
provocado por la mujer. A esta última consideración se unió el concejal
Villalba.
En ese orden de ideas el presidente de la Corporación, Camilo Guevara, anunció que el Concejo suspenderá su participación en todas las disciplinas y hará una nota de protesta por la situación de intolerancia sucedida en la tarde de hoy.
NOTA DEL DIRECTOR
Para la realización de este informe se omitió la declaración del concejal Ubaque, habida cuenta de que él afirmó en medio de una entrevista en vivo que el director de El Observador Siglo XXI es un mentiroso, sin evidenciarlo y queriendo confundir a la audiencia. No obstante, compartimos la publicación que realizó hace algunos minutos.
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