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Tras mes y medio de la apertura de fronteras entre Colombia y Venezuela, hay altas expectativas en el comercio

En septiembre 26, el Gobierno Nacional y el del hermano país anunciaron la apertura de fronteras entre Colombia y Venezuela, después de que este paso estuviera cerrado por siete años.

Acompañados de un acto protocolario, los primeros camiones colombianos pasaron, unos por el Puente Internacional Simón Bolívar y otros por el Francisco de Paula Santander , cargados con vasos plásticos, insumos médicos, papel higiénico, cajas de cartón corrugado e insumos para calzado, entre otros, y de los venezolanos que transportaban bobinas de acero, aluminio y bolsas plásticas, entre otros, restableciéndose así el paso de carga por la frontera entre Colombia y Venezuela por Norte de Santander.

UN DESCENSO COMERCIAL PAULATINO

Para el comercio exterior, el último cierre definitivo por esta frontera se dio en febrero del 2019 y desde entonces el intercambio de mercancías entre los dos países se ha hecho por Paraguachón en La Guajira y por el puerto de Cartagena, lo cual incrementaba los costos para los empresarios que siguieron exportando e importando.

De hecho, empresarios del transporte de carga que llevan mercancía de Cartagena con destino a Ureña (Venezuela) señalan que el hecho de abrir esta frontera representa para ellos un ahorro en tiempo de tránsito de hasta un 50 por ciento, pues ya no deben ir por la ruta Cartagena-Maicao-Guarero-Ureña, sino que van directo Cartagena-Cúcuta, a un paso del estado venezolano. Esto también se traduce en ahorro en el costo de los fletes.

El 2008 fue el mejor año para el comercio bilateral, al superar los US$7.000 millones y las 3,56 millones de toneladas. Sin embargo, desde ese momento empezó a caer y llegó a la cifra más baja en 2020, cuando se acercó a los US$222 millones. En 2021, el comercio binacional inició un camino ascendente y cerró en US$394 millones, y este año, a julio, mantiene esa tendencia y ya alcanza los US$383 millones y las 378.027,6 toneladas.

ALTAS EXPECTATIVAS

La relación comercial entre los dos países se rige por el Acuerdo de Alcance Parcial de Naturaleza Comercial número 28, que incluye tratamiento preferencial para cerca de 4.930 subpartidas para Colombia y unas 4.700 para Venezuela.

Entre los productos que Colombia ha exportado este año se encuentran artículos de confitería, polipropileno, abonos minerales, aceite de palma, margarina, aceite de soya, compresas y tampones, insecticidas y acumuladores eléctricos, y se han importado productos químicos, sal, azufre, máquinas y material eléctrico, aluminio y sus manufacturas, pescados y plásticos, entre otros.

Un mes y medio después, las expectativas aún son altas, no solo por el flujo que éste tuvo años atrás, sino por las proyecciones que se han realizado, especialmente para la industria logística.

Según la Federación Colombiana de Transportadores de Carga (Confecar), en 2008, el número de vehículos de mercancías, que transitaban entre ambos países, alcanzó la cifra de 227.672. En 2011 se redujo a 85.920 y en 2018 llegó a 2.202.

Según firmas del sector logístico como ANAVA, con la reapertura se estima recuperar progresivamente el tráfico de camiones entre los dos países. Los pronósticos económicos indican que, para el año 2023, el comercio binacional se debería tasar alrededor de USD 1.200 millones y, para el año 2025, debería estar en USD 4.000 millones.

Este hecho implica un gran desafío para Colombia, teniendo en cuenta que hay dos puntos esenciales que favorecen a los empresarios colombianos como las exportaciones y la inflación.

El sensible aumento en la demanda de los productos que Colombia le vende a Venezuela tales como aceites minerales, plásticos y manufacturas, azúcares, artículos de confitería, papel, cartón y productos farmacéuticos entre otros, sumado al incremento que está presentando la Tasa Representativa del Mercado (TRM) del dólar, favorecen a los exportadores colombianos.

Por otra parte, la diferencia de inflación entre Colombia y Venezuela hace que los productos colombianos sean más económicos para los venezolanos.

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