La trombofilia es una condición que puede afectar severamente la salud de una mujer, por lo que al comenzar a usar anticonceptivos, planear un embarazo o tomar reemplazo hormonal durante la menopausia, el diagnóstico de esta patología es fundamental.
“Por ser una enfermedad silenciosa solo aparece cuando el paciente sufre consecuencias graves, como trombosis, embolismo pulmonar, accidente cerebro vascular(ACV), entre otros problemas. La trombofilia es muy común y, si no se trata, puede incluso provocar la muerte” señala Ciro Martinhago, Head de Reproducción Humana y Medicina Fetal de Dasa Genómica, la red de salud integrada más grande de Brasil. Es parte de la vida de más de 20 millones de personas al año, con alta tecnología, experiencia intuitiva y actitud anticipada.
HORMONAS Y EMBARAZO
La trombofilia es una
hipercoagulabilidad sanguínea que hace la sangre más espesa. La afección puede
ser hereditaria o adquirida y puede provocar tromboembolismo, que ocurre cuando
se forma un coágulo en el torrente sanguíneo, lo que afecta el flujo de sangre
en las venas.
Para las mujeres con esta condición, el
uso de anticonceptivos orales aumenta hasta 30 veces el riesgo de coágulos en
el torrente sanguíneo. Por ello, es importante descartar el diagnóstico en la
edad adulta temprana antes de empezar a tomarlos. Si se confirma la enfermedad
se recomendará optar por métodos anticonceptivos no orales.
Lo mismo ocurre durante la menopausia,
cuando a las mujeres se les prescribe reemplazo hormonal. Si la presencia de la
enfermedad es conocida se debe optar por no hacerlo o elegir opciones que se
consideren más seguras.
Durante el embarazo, la trombofilia
puede causar complicaciones comohipertensión, preeclampsia, desprendimiento de
placenta, restricción del crecimiento fetal y aborto retenido. Por lo tanto,
saber que se tiene la enfermedad en este momento de la vida también es
importante para el seguimiento médico.
Para evitar complicaciones es necesario
tratar la enfermedad con el uso de anticoagulantes, especialmente durante el
embarazo. También se deben tomar otras medidas preventivas para eliminar los
riesgos ambientales de trombosis. Además de no usar hormonas, es necesario
evitar la obesidad y el tabaquismo y tener mucho cuidado en vuelos largos:
beber mucho líquido, no consumir alcohol y levantarse cada 50 minutos.
FACTORES GENÉTICOS
El experto en genómica Ciro Martinhago
señala que es importante investigar los antecedentes familiares de trombofilia
hereditaria para la indicación del test genético por secuenciación de última
generación (Panel NGS), realizado a partir de una simple extracción de sangre.
Una prueba que, si se realiza al inicio de la vida adulta de la mujer, es útil
para las tres etapas mencionadas de su vida. “El test genético tiene carácter
preventivo, mientras que el habitual test de trombofilia, también de sangre,
detecta la enfermedad ya instalada”.
Recientemente se descubrió que tres
mutaciones importantes son responsables de la mayoría de los eventos
tromboembólicos en pacientes sin riesgo aparente de trombosis.
La primera, una mutación en el gen del
Factor V Leiden, se encuentra en aproximadamente el 5 por ciento de la
población y es responsable del 20 al 30 por ciento de los eventos de
tromboembolismo venoso. Esta mutación puede aumentar hasta 80 veces el riesgo
de trombosis venosa.
La segunda, la mutación en el gen de la
Protrombina asociada con el aumento de la concentración de protrombina en
plasma, aumenta el riesgo de tromboembolismo venoso y trombosis cerebral. Las
personas con esta mutación genética tienen un riesgo seis veces mayor de sufrir
una trombosis venosa. El riesgo aumenta considerablemente en el embarazo por el
uso de anticonceptivos orales.
La tercera forma de trombofilia
hereditaria es la más frecuente. Es una mutación en el gen Metilentetrahidrofolato
reductasa (MTHFR) que se puede encontrar en 5 a 15 por ciento de la población,
y se asocia con un riesgo seis veces mayor de trombosis venosa.
Si la paciente es portadora heterocigota de ambos genes, Factor V y Protrombina, el riesgo de sufrir un ACV puede aumentar hasta 149 veces si ella utiliza anticonceptivos orales. Por lo tanto, la prueba de ADN para detectar la mutación de estos dos genes es importante para cualquier mujer que pretenda usar este método anticonceptivo, quedar embarazada o iniciar una terapia de reemplazo hormonal, especialmente para aquellas con antecedentes familiares de trombosis.
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