Este ejercicio científico de tipo ambiental se desarrolla en zonas priorizadas dentro de la jurisdicción de los municipios de Sasaima, Guaduas, Chaguaní y Fusagasugá.
El informe especializado previo, adelantado por la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), busca determinar la incidencia que tiene el tipo de suelo y la altura sobre el nivel del mar en el desarrollo de cultivos de guadua, con el fin de aprovechar el potencial de esta especie.INTENCIÓN DEL ESTUDIO
Por medio de la investigación, la
autoridad ambiental busca caracterizar los rodales de guadua existentes,
evaluar el comportamiento de acuerdo con su ubicación y determinar qué tipo de
proyectos se pueden desarrollar.
La entidad destacó que la necesidad de
esta exploración nació luego de otra investigación desarrollada en el año 2012
cuando se identificó que la guadua es un recurso que ofrece soluciones a
problemas ambientales, sociales y económicos.
“El bambú es una planta poseedora de
propiedades que la convierten en opción de generación de ingresos para la
comunidad, así como para la prestación de servicios ecosistémicos de
regulación”, dijo Laura Garavito, ingeniera ambiental de la CAR.
Esta planta es un pasto gigante que se
reconoce como la gramínea más grande del mundo. Entre sus principales
características están su capacidad de auto-reproducción y el desarrollo de rizomas
superficiales, además de ser la más rápida del planeta en cuanto a crecimiento.
“La guadua actúa como refugio para la
biodiversidad, la protección de agua y de suelos, la captación de Co2 y la
regulación de la temperatura mediante la sombra”, resaltó Garavito.
LA GUADUA EN CUNDINAMARCA
Este recurso, según la CAR, se observa
especialmente en las provincias de Rionegro, Gualivá, Alto, Medio y Bajo
Magdalena, y Tequendama que son regiones caracterizadas por presentar alturas
de entre los 500 y 2.000 metros sobre el nivel del mar, además de contar con
las condiciones de humedad y temperatura para su producción.
“En estas regiones la guadua crece de
forma natural y ha formado parte de su arraigo sociocultural y por más de 20
años ha sido usada para construir viviendas, puentes, escaleras y cercas en los
predios de las familias rurales”, añadió la ingeniera.
La investigación que inició en el mes de marzo se desarrollará durante todo el año, tiempo durante el cual la entidad estará desarrollando los muestreos en zonas con diferentes alturas.
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