Segunda parte de esta nueva reunión convocada en virtud del Reglamento Sanitario Internacional (2005) (RSI) para evaluar estrategias y sus efectos en el manejo de la emergencia provocada por el coronavirus.
La reunión, a la que los miembros y asesores del Comité de Emergencia fueron convocados por videoconferencia, se llevó a cabo el pasado abril 11 y concluyó con recomendaciones para los países, luego de poco más de dos años en los que el mundo lucha contra el virus.
CONCLUSIONES Y TEMAS CLAVE
El Comité observó con preocupación la
creciente fatiga entre las comunidades de todo el mundo en respuesta a la
pandemia de Covid-19 y los desafíos que plantea la falta de confianza en la
orientación científica y los gobiernos.
Los temas clave discutidos se centraron
en las variantes del SARS-CoV-2, el uso y acceso equitativo a antivirales, la
protección de vacunas y cambios globales en la oferta y demanda de vacunas Covid-19,
inmunidad híbrida, posibles escenarios futuros para la transmisión del
SARS-CoV-2 así como los desafíos que plantean las emergencias de salud
concurrentes; y cómo los Estados miembros están respondiendo a la pandemia.
Un virus peligroso sin controlar
El Comité reconoció que el SARS-CoV-2 es
un nuevo patógeno respiratorio que aún no ha establecido su nicho ecológico. El
SARS-CoV-2 sigue teniendo una evolución viral impredecible, que se ve agravada
por su circulación generalizada y su intensa transmisión en humanos, así como
por la introducción generalizada de la infección en una variedad de especies
animales con potencial para que se establezcan reservorios animales.
El SARS-COV-2 continúa causando altos
niveles de morbilidad y mortalidad, particularmente entre las poblaciones
humanas vulnerables. En este contexto, el Comité expresó su preocupación de que
el uso inapropiado de antivirales pueda conducir a la aparición de variantes resistentes
a los medicamentos.
Medidas gubernamentales
Además, el grupo científico reconoció
las capacidades nacionales, regionales y globales para responder al contexto de
la pandemia de COVID-19, pero observaron con preocupación que algunos Estados
Parte han relajado el PHSM y han reducido las pruebas, lo que afecta la capacidad
global para monitorear la evolución del virus.
El Comité también observó con
preocupación la inconsistencia de los requisitos globales de COVID-19 para
viajes internacionales y el impacto negativo que las medidas inapropiadas
pueden tener en todas las formas de viajes internacionales.
En este contexto, se señaló que ofrecer
la vacunación a grupos de alto riesgo de viajeros internacionales a su llegada
podría considerarse un medio para mitigar el riesgo de enfermedad grave o
muerte por COVID-19 entre estas personas.
El Comité destacó la importancia de
mantener el PHSM para proteger a las poblaciones vulnerables y mantener la
capacidad de ampliar el PHSM si cambia la situación epidemiológica.
Por lo anterior se recomendó a los Estados Partes que ajusten periódicamente sus estrategias de respuesta mediante el seguimiento de su situación epidemiológica, incluso mediante el uso de pruebas rápidas, la evaluación de la capacidad de su sistema de salud y la consideración del cumplimiento y el impacto atribuible de los PHSM individuales y combinados.
0 Comentarios
El Observador Siglo XXI no se hace responsable por el contenido de los comentarios. Este es un espacio de libre opinión, amablemente solicitamos por favor compartirla con respeto.