Durante más de 50 años el agro colombiano el agro ha sido destinado al fracaso por las malas decisiones políticas, económicas y comerciales que se han tomado en este país, pero los productores creen poder cambiar la historia.
Colombia es un país de productores de materias primas sin ningún tipo de transformación pero no ha tenido el mínimo de interés real en aportar de manera contundente a los procesos de investigación y de aplicación a nuevas tecnologías que garanticen la mayor producción del agro. Esa es la apuesta que hacen los agricultores de Cundinamarca con Alfredo Molina
LA CONSOLIDACIÓN DE UN TRIUNFO
Lo anterior más una cantidad de factores
llevaron a que en Colombia se generara un paro agrario que puso por primera vez
en evidencia la necesidad real que tiene la gente en la ciudad y que
desconocía, la cual es garantizarle calidad de vida a los productores porque
sin la producción en el campo la ciudad no come.
Cuando se cerraron las ciudades se puso
de manifiesto que el desabastecimiento causado se debía a que los productores
preferían perder la plata en cosechas para protestar y ser escuchados en vez de
continuar siendo el caballito de campaña de muchos candidatos cada dos o cada
cuatro años que a la final no han generado soluciones reales. El paro sirvió
para darle la importancia que requería, a tal punto de que en su momento el entonces
presidente Juan Manuel Santos dijo que “el tal paro” no existía pero los
productores paralizaron todo Cundinamarca y Bogotá estuvo desabastecida.
En ese proceso se empiezan a generar
organizaciones sociales que vienen buscando ser tenidos en cuenta y que
pretenden generar un efecto que determine el mejoramiento de su calidad de vida
y así se dignifique su labor, “porque hasta ese momento el productor era el
cachila, el que estaba sucio, que olía a mugre y a chucha y después de eso se
empezó a tener la idea de que el campo da calidad de vida”, expresó un
productor consultado por El Observador Siglo XXI.
La pandemia ratificó que lo importante
en el país es cuidar la ruralidad porque de ella dependen que alguien encerrado
durante dos o tres meses pueda tener alimento. El agro nunca para y por tanto
no puede estar esperando a que los políticos entren en campaña cada cuatro años
para que lleguen con promesas.
“Ahora están explotando escándalos de
gente que para hacerse elegir entregan
dádivas con proyectos y recursos pero que no han generado un trabajo real y a
conciencia en pro del mejoramiento de la calidad de vida de los productores”,
comentó una persona que ha venido asesorando a diferentes organizaciones.
Muchas asociaciones de productores
tenían esa idea de poder encontrar eco en alguien que pueda representar esas
necesidades, “no para que les den plata, no para que les den puestos sino para
que ponga sobre la mesa de discusión nacional los inconvenientes que tiene el
sector agropecuario en este momento”, señaló una integrante de una asociación.
LA OPCIÓN ES MOLINA
Y en esa búsqueda se conocieron con
Alfredo Molina, supieron de su perfil, y en medio de las discusiones
desarrolladas en mesas de trabajo se evidenció el conocimiento que tiene el
candidato con respecto al tema agropecuario y medio ambiental.
Es así como varios gremios han decidido
apoyarlo porque considenran que es un profesional del agro con experiencia que
se ha empoderado del proceso, por lo que podría ayudar a generar alternativas
de solución reales para los problemas tangibles.
“Estamos en un país donde consideran que
darle reconocimiento al campesino es el día de sacar el sombrero aguadeño y eso
no es una solución real a los necesidades apremiantes. Estamos ante una
situación de desabastecimiento mundial, produciendo a unos costos altísimos que
no se habían visto y la bandera de los políticos tradicionales es salir a
buscar a ver a quién le regalan un bulto de abono, publicidad y venden promesas
en un campo que ya no las necesita porque lo que requiere es estructurar
proyectos que generen esa dinámica de cambio, que puede ser lenta al inicio y
enfrentar dificultades pero llegará el momento en que será determinante para
Colombia como Nación”, declaró un estructurador de proyectos agropecuarios.
Para los productores Molina se convierte
en ese aliado con el que se va a poder trabajar en equipo para convertir un
curul en el Senado en una oportunidad para ser visible, ante un país y un
departamento, la problemática social que es una realidad para los campesinos.
EL PERFIL DEL CANDIDATO
Alfredo Guillermo Molina Triana es un fusagasugueño que se
define como un fervoroso devoto de la Virgen María, salsómano y timbalero por
diversión, pero es Médico Veterinario y Zootecnista de la Universidad del
Tolima. Especialista en Gerencia del Medio Ambiente y Prevención de Desastres,
en Educación Ambiental y Desarrollo de la Comunidad, así como en Gestión
Pública. Cuenta con un Magister en Estudios Políticos y en Gestión y Evaluación
Ambiental. Actualmente, cursa un doctorado en Estudios Políticos en la
Universidad Externado de Colombia.
Durante veinte años ha ejercido la
docencia, dictando cátedra en la Universidad Nacional, la Sergio Arboleda, la
Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales (UDCA), la Universidad de
Cundinamarca, la Universidad Santo Tomás, la Universidad Pedagógica Nacional de
Colombia y la Escuela Superior de Administración Pública (ESAP).
Es autor del Libro “Las Autoridades del
Sistema Nacional Ambiental: un análisis desde la política pública”, publicado
en 2014 y del artículo científico “Papel de la política pública como camino de
solución a la problemática ambiental”, publicado en 2012 en la Revista Economía
Colombiana de la Contraloría General de la República.
En su experiencia dentro del sector
medio ambiental se encuentra haber sido designado por el Gobierno Nacional como
delegado Oficial del Congreso de la República en la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible de Río de Janeiro en 2020.
Invitado por Globe International a las Conferencias de las Partes de la
Convención Marco de Naciones Unidas para el Cambio Climático, delegado por la
Cámara de Representantes a la Conferencia de las Naciones Unidas sobre la
Biodiversidad en Cancún, México, miembro de la Comisión oficial de la Cámara de
Representantes en la Cumbre Mundial de Legisladores en 2014 e invitado especial
al tercer encuentro internacional del Programa Diálogo Democrático para la
Seguridad Ambiental.
Fue presidente de la Organización Global de Legisladores GLOBE – Capítulo Colombia y Vicepresidente de GLOBE América, funcionario de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) ocupando cargos como director, subdirector y asesor, miembro de la Red Interparlamentaria del Grupo del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, miembro de la Unión Interparlamentaria y miembro del Frente Parlamentario contra el Hambre, organización constituida por la FAO y la Agencia de Cooperación Mexicana -AMEXCID-.
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