En un mundo cada vez más influenciado por las redes sociales, es esencial promover mensajes que fomenten la salud y el bienestar, alejándose de estándares de belleza poco realistas.
Los trastornos de la conducta alimentaria (TCA) han experimentado un crecimiento alarmante en los últimos años, convirtiéndose en un problema de salud pública a nivel mundial. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de ansiedad y depresión aumentó un 25% durante el primer año de la pandemia de Covid-19, lo que ha contribuido al incremento de casos de anorexia nerviosa, bulimia nerviosa y otros TCA. Estas enfermedades no solo afectan la salud física, sino también la mental, requiriendo un enfoque multidisciplinario para su tratamiento.
UNA REALIDAD SILENCIOSA DE IMPACTO
Los TCA son enfermedades mentales
caracterizadas por comportamientos anormales en relación con la alimentación,
acompañados de una distorsión de la imagen corporal y un miedo intenso a ganar
peso.
Entre los más comunes se encuentran la Anorexia
nerviosa, la cual es una Restricción extrema de la ingesta de alimentos que
genera miedo intenso a engordar y distorsión de la imagen corporal, la Bulimia
nerviosa, que consistente en pisodios recurrentes de atracones seguidos de
conductas compensatorias como vómitos, uso de laxantes o ejercicio excesivo, y el
Trastorno por atracón, que se refleja en el Consumo compulsivo de grandes
cantidades de comida en poco tiempo sin conductas compensatorias que genera
sentimientos de culpa y vergüenza.
Estos trastornos pueden tener graves consecuencias
físicas, como desnutrición, problemas cardíacos y osteoporosis, así como
impactos psicológicos, como depresión y ansiedad.
El estudio de los trastornos alimentarios
se remonta al siglo XIX, cuando médicos como William Gull y Charles Lasègue
describieron por primera vez la anorexia nerviosa como una entidad clínica. Sin
embargo, no fue hasta el siglo XX que los TCA comenzaron a reconocerse como
enfermedades complejas con componentes biológicos, psicológicos y sociales.
En las últimas décadas, las estrategias de
superación han evolucionado significativamente. En los años 70 y 80, el enfoque
se centraba en la realimentación y la terapia conductual. Hoy, el tratamiento
incluye terapias cognitivo-conductuales, enfoques familiares como el Método
Maudsley y programas que integran la nutrición, la psicología y el apoyo
comunitario.
LAS REDES SOCIALES Y SU INFLUENCIA
En la era digital, las redes sociales han
emergido como un factor de riesgo significativo. “La sobrecarga de información
nutricional, especialmente de fuentes no confiables, puede llevar a las
personas a adoptar dietas restrictivas y comportamientos alimentarios
peligrosos”, explica la Dra. Cynthia Bulik, experta en trastornos alimentarios
y profesora de la Universidad de Carolina del Norte.
Por su parte, el Dr. Carlos Fernández,
psicólogo clínico y experto en TCA de la Universidad Nacional, considera “crucial
educar a los jóvenes sobre cómo discernir entre información confiable y no
confiable en redes sociales. Además, se deben promover campañas que fomenten la
autoaceptación y la salud mental”.
Algunas tendencias en redes sociales que
pueden aumentar el riesgo de desarrollar TCA incluyen retos de pérdida de peso
que promueven dietas extremas y ejercicios compulsivos, cuentas
"Pro-Ana" y "Pro-Mia que fomentan la anorexia y la bulimia como
estilos de vida, los filtros de belleza irreales que distorsionan la percepción
de la imagen corporal y consejos nutricionales no verificados que promueven la
eliminación de grupos alimentarios esenciales.
La Dra. Ana María Gómez, nutricionista
colombiana especializada en TCA, señala que los alimentos como proteínas
magras, grasas saludables, carbohidratos complejos y vitaminas esenciales no
deben eliminarse de la dieta, ya que son fundamentales para el funcionamiento
del cuerpo y la mente.
Además, la profesional advierte que
conductas como evitar comidas sociales, contar calorías obsesivamente o pesarse
constantemente son señales de alerta que deben tomarse en serio.
EL DEPORTE COMO ALIADO EN EL TRATAMIENTO INTEGRAL
El abordaje de los TCA requiere un equipo
interdisciplinario que incluya psiquiatras, psicólogos, nutricionistas y
especialistas en medicina deportiva. El ejercicio físico, aunque debe manejarse
con cuidado, puede ser una herramienta valiosa en la recuperación.
Los servicios deportivos para el
tratamiento de TCA deben cumplir con las características tales como la supervisión
profesional, el enfoque terapéutico, la personalización y el monitoreo constante
a fin de evitar el ejercicio compulsivo y promover el equilibrio.
El doctor Mauricio Mejía, médico
deportólogo de Colsanitas, contó el caso de una joven de 17 años con anorexia
severa, quien logró superar una etapa crítica de su enfermedad gracias a un
enfoque integral que incluyó el deporte.
“Al principio, la paciente no estaba
conforme con las recomendaciones porque sentía que el ejercicio era
insuficiente, pero la rehabilitación cardíaca fue clave para estabilizar su
salud. Dos años después, aunque sigue enfrentando desafíos, ha logrado mejorar
notablemente”, señaló el galeno.
CASOS CÉLEBRES DE TCA
A lo largo de la historia, varias figuras
públicas han compartido sus luchas contra los TCA, ayudando a visibilizar estas
enfermedades. La princesa Diana de Gales fue una de las primeras en hablar
abiertamente sobre su batalla contra la bulimia, rompiendo estigmas y generando
conciencia. Más recientemente, la cantante Demi Lovato ha utilizado su
plataforma para discutir su recuperación de la anorexia y la bulimia.
En Colombia, la modelo y actriz Carolina
Cruz compartió su testimonio con la revista Hola!, detallando su lucha
contra la anorexia. “Fue un proceso difícil, pero con ayuda logré recuperar mi
salud y mi autoestima”, afirmó.
Otro caso destacado es el de Alejandra
Azcárate, modelo y presentadora colombiana, quien ha hablado abiertamente sobre
su experiencia con la bulimia. En entrevistas, ha destacado la importancia de
buscar ayuda profesional y el apoyo emocional para superar estos trastornos.
EL APOYO A ALGUIEN CON TCA
El apoyo a una persona con TCA debe
basarse en la empatía y la comprensión. Hablar abiertamente, evitar juicios y
fomentar la búsqueda de ayuda profesional son pasos clave.
El Dr. Juan Pablo Arango, psiquiatra
colombiano especializado en TCA, explica: “Las personas más propensas a
desarrollar TCA suelen ser adolescentes y jóvenes adultos, especialmente
aquellos expuestos a presiones sociales y familiares relacionadas con la imagen
corporal”.
Arango recomienda ser críticos con los
mensajes en redes sociales, cuestionando los ideales de belleza irreales, como
cuerpos extremadamente delgados o musculosos, y promoviendo una visión más
diversa e inclusiva de la belleza.
Entre tanto, la Dra. María Fernanda
Martínez, psicóloga clínica, añade que la comunidad puede apoyar fomentando un
entorno de aceptación y respeto, valorando la salud integral por encima de la
apariencia física.
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