Durante esta semana los habituales visitantes de lo bares de esta cuadra se han encontrado con un panorama completamente diferente, que satisface a parte de la vecindad, pero que se habría producido por una mala interpretación.
Tras el “cierre preventivo” del pasado sábado, febrero 3, y sin tener el conocimiento jurídico para interpretar lo más acertadamente la situación, los comerciantes de la calle 11 entre carreras sexta y séptima decidieron no abrir sus establecimientos posiblemente debido al temor de ser sancionados de forma más severa, ante lo cual la Alcaldía del cercado fuerte al final de la llanura, directamente por medio de la autoridad de Policía competente, se pronunció en las últimas horas.
UNA SEMANA DIFERENTE
Este jueves en la noche, y desde el domingo,
los residentes de esta cuadra ubicada en el histórico barrio Obrero Santa Rita
han terminado sus días, y conciliado el sueño en la noche, en medio del silencio
que sólo perturban los gritos o risotadas de algunos transeúntes y el motor de
los carros que pasan sin que se les presente la obstaculización que se había
vuelto normal a los dos lados de la vía de dos carriles y doble sentido,
especialmente de miércoles a sábado y los domingos, cuando el lunes es festivo.
Entre tanto, 24 horas antes, residentes y
comerciantes del barrio, hinchas de Millonarios, que suelen acudir a ver los
partidos en estos bares no pudieron hacerlo. El partido era el más atractivo, y
por ende el de mayor audiencia, de la jornada 5 de la Liga Betplay Dimayor 2024
– I, en la que “el albiazul” recibió en el Nemesio Camacho “El Campín” al América
de Cali, uno de sus eternos rivales, al cual le ganó por la mínima diferencia,
lo que generó pérdidas económicas en los comerciantes.
Pero lo anterior no hubiera sido así sino
se hubiera presentado la confusión por la que tuvieron miedo de abrir sus
establecimientos y que habría nacido a raíz de su falta de conocimiento de la norma
y de la información que publicó por redes sociales la Alcaldía, según lo
señalado por una de las personas que se comunicó con la Redacción de El Observador
Siglo XXI (EOSXXI) para indagar sobre el panorama que encontraron el miércoles
y frente al cual los comerciantes afectados no han querido entregar
declaraciones.
LA CONFUSIÓN
El domingo pasado, por medio de su cuenta
oficial en Facebook la Alcaldía publicó un video acompañado de un texto que
señalaba dos situaciones diferentes pero que, por falta de detalles que fueron
aclarados posteriormente, generaron la confusión en los comerciantes de la
calle 11 y por la que sintieron miedo a abrir sus establecimientos pues los de
la Calle 8, que también están focalizados, no fueron objeto de cierre el sábado
ni se realizó operativo en ese sector, por lo que abrieron normalmente estos
días.
De ese mismo operativo, EOSXXI publicó un
reportaje el pasado domingo, febrero 4, en el que entregó detalles que no
fueron dados a conocer en la publicación de la Administración Municipal pero
que fueron obtenidos por este medio periodístico en el sitio y directamente de
la fuente pero este detalle de la vigencia del cierre no se pudo establecer oficialmente.
El lunes en la mañana, por medio de un
reporte realizado en Facebook EOSXXI actualizó la información señalando que,
contrario a lo informado en el reportaje inicial, la reunión entre el
mandatario local y los comerciantes no había tenido lugar, aunque finalmente estos
últimos sí se reunieron.
PUEDEN SEGUIR TRABAJANDO, PERO…
El artículo 149 de la Ley 1801 de 2016 que
adoptó el actual Código de Policía, contempla la “Suspensión inmediata de actividad”
como el séptimo y último Medio Material de Policía, definiéndolo en el artículo
161 como “el cese inmediato de una actividad, cuya continuación implique un
riesgo inminente para sus participantes y la comunidad en general”.
Según lo informado por las autoridades al término del Consejo Extraordinario de Seguridad del pasado lunes, febrero 5, el homicidio no se presentó en el mismo sector en el que se realizó la suspensión inmediata, pero en cumplimiento de su principal promesa de campaña el licenciado Luis Carlos Casas Alvarado, alcalde de Facatativá, ha centrado sus esfuerzos por mejorar la percepción de seguridad y generar así tranquilidad en las comunidades del municipio.
Una de sus diferentes estrategias, es
hacer frente a los comportamientos contrarios a la convivencia que afecten la
tranquilidad como “contingencia para combatir actos de intolerancia que
desembocan en homicidios”, siendo los establecimientos dedicados, en la
práctica, al expendio y consumo de licor, uno de los aspectos a combatir por ser
de alto impacto, pues hay más actividades comerciales que se desarrollan incumpliendo
la norma sobre uso del suelo.
Para ello, Casas le ha dado la orden a su
secretario de gobierno y a los inspectores de Policía de focalizar su trabajo
en esta problemática ofreciendo, especialmente a estos últimos, garantías
frente al respeto de sus decisiones, según lo afirmó a esta organización de noticias
11 horas antes del operativo del sábado.
En la calle 11, “se evidencia ocupación
del espacio público por parte de los establecimientos ya que se desborda la
atención a los usuarios que ellos manejan y el consumo de bebidas embriagantes
en el espacio público. Además de eso el colapso que tiene solamente esa cuadra
el tema de movilidad vial de vehículos”, indicó a EOSXXI, Diego Moreno, inspector
de Policía que habló como vocero de sus otros seis compañeros sobre las 6:15 de
la tarde de este jueves, febrero 8.
El funcionario informó que, además, se atendió
el llamado de la comunidad y de la Defensoría del Pueblo, mientras que a los
establecimientos de la Calle 11 se les adelanta el debido Proceso Verbal
Abreviado en la Inspección respectiva.
“Cuando se habla de un cierre
preventivo [suspensión inmediata de actividad], y se les explicó a ellos,
es en el instante. Nosotros no tenemos la facultad, que sí tiene el comandante
de Estación, de cerrar de tres a diez días”, explicó Moreno, aclarando que como
inspectores sí tienen la facultad para pedir el cierre con el fin de atender la
diligencia y que esto lo hicieron de paso para asegurarse de que los locales no
trabajaran a puerta cerrada.
El vocero de los inspectores reiteró que
el cierre era para el momento y no acarrearía multa ni imposición de sello. La
entrevista terminó con un “sí” a la pregunta de que si en la noche de
este jueves los bares podían abrir.
Así las cosas, desde este viernes se podrá
prestar nuevamente servicio, siendo los principales aspectos a evaluar el
comportamiento de los clientes y el control que ejerzan los propietarios de los
bares al respecto frente a quienes aún no se ha podido establecer si la
inspectora respectiva, dentro de la autonomía que han prometido respetarle el alcalde
Casas y el secretario González, decidirá de fondo analizando las condiciones en
cada caso o si determinará el cierre definitivo para todos.
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