Actualmente se adelanta la investigación correspondiente para identificar los presuntos responsables, pues tras una visita técnica evidenció afectaciones al ecosistema, al parecer producto de esta acción irregular.
Ante la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR) fue interpuesta una queja ambiental por parte de la comunidad del municipio de Guachetá, que alertó sobre el posible tránsito de maquinaria agrícola en el páramo de Rabanal.
HALLAZGOS EN MEDIO DE CONTROL
Profesionales de la entidad identificaron
puntos críticos que corresponden a la apertura de vías terciarias con el
objetivo de disminuir el recorrido y agilizar el cargue de papa y transporte de
insumos de cultivo, irrespetando y derribando cercas y señales preventivas que
se encuentran en el lugar.
Según afirmó Yúber Cárdenas, director
regional de la CAR en Ubaté, entre las afectaciones más graves se registra la
destrucción de la flora propia del ecosistema de páramo, como especies de
frailejón (Espeletia pycnophylla) y quiches (Paepalanthus columbiensis).
Adicionalmente, reportó el directivo de
la CAR, debido a la fragilidad del lugar se ve afectado el recurso suelo, ya
que con el paso de este tipo de maquinaria se altera la topografía, hay perdida
de sus características fisicoquímicas, erosión por efecto de escorrentía y se
perturba la capacidad para retener agua, que es su función principal.
UN IMPORTANTE ECOSISTEMA
“Este ecosistema es de suma importancia
ya que en nuestra jurisdicción fue declarado como área protegida dentro de la categoría
de Reserva Forestal Protectora”, dijo Cárdenas, detallando que comprende un
área de 2581 hectáreas, adicionalmente contiene afluentes hídricos que recargan
acuíferos de la cuenca del río Garagoa, Ráquira y Suárez.
La entidad, en su ejercicio de autoridad
ambiental, impuso medida preventiva consistente en la suspensión inmediata de
todo tipo de actividad antrópica en el ecosistema de páramo, dado que, al no
permitir la recuperación de la vegetación se inhibe la función de regulación
hídrica y consecuentemente disminuyen los caudales de las fuentes hídricas
circundantes.
Además, aseguró la entidad, el riesgo de contaminación de las aguas es alto debido a que los agroquímicos aportados a los cultivos pueden ser arrastrados hacia el cauce de las fuentes hídricas y hacia la vegetación nativa aún existente.
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