Por medio de una misiva radicada ante el agente del Ministerio Público, la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC) solicitó se le protejan los derechos a un indígena que fue capturado por orden judicial.
El pasado jueves, mayo 5, la ONIC le radicó la carta a la Personería del cercado fuerte al final de la llanura para darle a conocer sobre las presuntas agresiones que estaría recibiendo el hombre, cuya familia estaría siendo extorsionada además.
EL INDÍGENA Y SU HISTORIA
El Observador Siglo XXI consultó al
comandante de la Estación de Policía, mayor Luis Alejandro Cajamarca, en el día
de ayer para consultarle sobre el caso de justicia a mano propia ocurrido en
San Benito y el caso del presente artículo, pero en su lugar contestó el
sargento Óscar Basante, quien expresó que “mi mayor salió de descanso, no estoy
autorizado para dar esa información. Cuando el regrese con mucho gusto”.
Sin embargo, según pudo establecer la
Organización, el pasado abril 29 fue capturado en la jurisdicción del municipio
un hombre indígena de la comunidad Wuayúu, el cual contaba con orden de captura
emitida por el Juzgado Segundo Penal Municipal con funciones de Control de Garantías
de Valledupar, César, para que respondiera por el delito de acceso carnal
violento agravado en concurso homogéneo con menor de catorce años, la cual
habría quedado embarazada.
Una vez capturado el señor, el Juzgado
en mención emitió al día siguiente la boleta de encarcelamiento en la que se
ordena su traslado a la cárcel La Picota de la ciudad de Bogotá, lo cual aún no
ha ocurrido, por lo que a la fecha el indígena se encuentra bajo custodia de la
Policía Nacional en la Estación de Policía ubicada en el sector conocido como “El
Resbalón”, del barrio Chapinero.
Según información conocida por la
organización el hombre ha estado siendo golpeado y amenazado por otros internos
de la Estación y su familia está siendo extorsionada mediante llamadas
telefónicas donde se les exige la compra de diferentes víveres, cigarrillos,
dulces y otros.
Por otro lado, la familia manifestó que
durante las visitas que le han hecho al indígena, éste se presenta siempre con
diferente ropa que no es la de él y en muy mal estado, “lo que indica que la
ropa y víveres entregadas un hurtadas por terceros de quienes se desconoce su
identidad”, señala el documento conocido en exclusiva por El Observador Siglo
XXI.
La ONIC calificó de “insostenible” la
situación de riesgo contra la vida e integridad tanto del hombre como de su
familia, los cuales estarían siendo hoy extorsionados desde el interior de la Estación
de Policía.
EL LLAMADO DE PROTECCIÓN DE LA ONIC
Ante lo anterior, la Organización
indígena le solicitó a la Personería que realizara una visita al interior de la
Estación con el fin de adelantar las debidas investigaciones y análisis médico
legales por los golpes que el señor ha recibido desde el momento de su
detención y durante la custodia de la Policía Nacional, e indagar con la
prudencia debida sobre las extorsiones que está recibiendo la familia.
Así mismo, se pidió que en articulación
con la Policía se realicen todas las medidas necesarias urgentes para el aislamiento
del indígena con el fin de detener de manera inmediata los maltratos físicos a
los que está siendo sometido además de realizar todo lo solicitado con enfoque
étnico indígena diferencial, en respeto a la protección constitucional
reforzada de la que gozan los pueblos originarios de Colombia y según las
diferentes disposiciones de la honorable Corte Constitucional.
La ONIC informó además que se presentó
solicitud al Juzgado en Valledupar para que para que ordene el traslado del
interno a la cárcel de Riohacha y así le sea aún más garantizado tanto el
enfoque étnico diferencial como el respeto al debido proceso y defensa material.
Mientras, la Personería fue instada a adelantar las gestiones necesarias para
salvaguardar los derechos del hombre.
EL MINISTERIO PÚBLICO SE PRONUNCIÓ
En nombre de la Personería se pronunció
su secretario general, Julio Bernal Bernal, quien expresó a este diario que
frente a la denuncia que le llegó, le han dado al hombre “un trato especial por
su condición, el cual se ha trasladado día por medio a la instalaciones del Hospital
y por parte de los Bomberos se nos ha colaborado para una revisión médica”.
Dicho esto, el funcionario confirmó que
el ciudadano étnico efectivamente ha sufrido algunas agresiones por parte de los
otros compañeros de celda. “A razón de esta queja nosotros hicimos una visita
del pasado 6 de mayo para concertar dichas quedas y efectivamente se procedió
al traslado a una celda contigua donde comparte celda con solamente 5 personas
privadas de la libertad (PPL) y en este momento se está a la espera del
traslado”, detalló Bernal, quien había informado previamente que el hombre se
había sido encerrado en una celda con más de 20 personas.
El secretario contó que el privado de la
libertad se ha llevado ya dos veces a atención médica. La primera vez se llevó
el día mayo 6 al Hospital San Rafael donde se le hizo una valoración general la
cual no arrojó ningún tipo de lesión grave, y la segunda fue el lunes pasado.
“Sí tiene algunas pequeñas contusiones pero muy mínimas, obviamente cómo lo mencionamos anteriormente los otros presos lo han intentado agredir pero no, no tiene nada grave y el pasado sábado fue el cuerpo de bomberos y le hicieron nuevamente una evaluación dónde no encontraron absolutamente nada grave en la humanidad de esta persona indígena”, puntualizó Bernal Bernal.
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