La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha presentado este miércoles su tercera actualización del Plan Estratégico de Preparación, Preparación y Respuesta para el COVID-19, en la que observa tres posibles evoluciones del coronavirus SARS-CoV-2.
De las tres, una es la más probable,
otra la más benigna y la última la más temida, pero la actualización que se
espera sea la última según el director de la Organización, Tedros Adhanom
Gebreysus, señala que el escenario más probable sobre la evolución de la
pandemia es que el coronavirus siga mutando y cause una enfermedad menos grave
LOS ESCENARIOS PREVISTOS
“Basándonos en lo que sabemos ahora, el
escenario más probable es que el virus siga evolucionando, pero que la gravedad
de la enfermedad que causa se reduzca con el tiempo a medida que aumenta la
inmunidad debido a la vacunación y la infección”, explicó Gebreysus en la rueda
de prensa semanal sobre el estado de la pandemia en el mundo.
En este escenario es posible que se
produzcan picos periódicos de casos y muertes cuando la inmunidad disminuya, lo
que puede requerir un refuerzo cíclico para las poblaciones vulnerables.
La segunda posibilidad es el mejor de
los casos posibles, el cual es el surgimiento de variantes menos graves contra
las que no sean necesarios dosis de refuerzos o nuevas fórmulas de vacunas.
Sin embargo, la actualización señala que
no es descartable el peor escenario, el cual consiste en la aparición de una
variante más virulenta y altamente transmisible. Frente a esta nueva amenaza,
la protección contra los casos de
enfermedad grave y de muerte, ya sea debido a la vacunación previa o por la infección,
disminuirá rápidamente.
Para hacer frente a esta situación
habría que modificar considerablemente las vacunas actuales y garantizar su
aplicación a las personas más vulnerables ante las formas graves de la
enfermedad.
CÓMO ACABAR CON LA FASE AGUDA DE LA PANDEMIA
Ante este trío de posibilidades, el
director de la OMS se preguntó cómo podemos avanzar y acabar con la fase aguda
de la pandemia este año, y su respuesta fue que los países inviertan en cinco
componentes básicos
El primero es mantener la vigilancia, el
trabajo de los laboratorios y la recopilación de información de salud pública,
mientras el segundo es vacunar y continuar con las medidas sociales y de salud
pública, y sostener el compromiso de las comunidades.
El tercero es ofrecer atención clínica
para el COVID-19, e invertir en sistemas de salud resistentes, el cuarto
avanzar en la investigación y el acceso equitativo a las herramientas y los
suministros, y finalmente el quinto apunta a una coordinación a medida que la
respuesta pasa del modo de emergencia a la gestión de la enfermedad
respiratoria a largo plazo.
“Tenemos todas las herramientas
necesarias para controlar esta pandemia: podemos prevenir la transmisión con
mascarillas, distanciamiento, higiene de manos y ventilación. Y podemos salvar
vidas asegurando que todo el mundo tenga acceso a las pruebas, los tratamientos
y las vacunas”, indicó Tedros.
A MANTENER OBJETIVO MÍNIMO DEL 70% DE VACUNACIÓN
Por ese motivo, aseguró que vacunar al
70 por ciento de la población de cada país sigue siendo esencial para controlar
la pandemia, priorizando a los trabajadores sanitarios, a las personas mayores
y a otros grupos de riesgo y se mostró sorprendido de que haya personas en la
comunidad sanitaria mundial que consideren que ese objetivo ya no es
pertinente.
“Muchos países de ingresos altos y medios
han alcanzado este objetivo, y han visto una disociación entre casos y muertes.
Aunque algunos países de ingresos altos están desplegando la cuarta dosis para
sus poblaciones, un tercio de la población mundial aún no ha recibido una sola
dosis, incluido el 83% de la población de África”, señaló el director.
Para finalizar, Gebreysus consideró que
lo inmediatamente anterior que para él y
no debería serlo para nadie, remachando que “si los ricos del mundo disfrutan
de los beneficios de una alta cobertura vacunal, ¿por qué no deberían hacerlo
los pobres del mundo? ¿Acaso algunas vidas valen más que otras?”
ACCIÓN FRENTE A OTRAS PANDEMIAS
El responsable de la Organización
Mundial de la Salud comentó que, al mismo tiempo que su Organización sigue
respondiendo a la pandemia, también está poniendo en marcha nuevas medidas para
ayudar a mantener el mundo a salvo de futuras epidemias.
“Hoy lanzamos una nueva estrategia para ampliar la vigilancia genómica a nivel mundial de los patógenos con potencial epidémico y pandémico. Y mañana pondremos en marcha una nueva estrategia mundial contra los arbovirus, la familia de virus propagados por los mosquitos que incluye el dengue, el zika, el chikungunya y la fiebre amarilla, y que suponen una amenaza para más de la mitad de la población mundial”, anunció.
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