Dosis menores y ómicron podrían ser las posibles causas para que la protección de la vacuna de Pfizer-BioNTech cayera drásticamente un mes después de la pauta completa en niños de 5 a 11 años durante la ola de enero en Nueva York.
El análisis de datos recopilados por funcionarios del Departamento de Salud del Estado de Nueva York (EE.UU.) durante la ola de la variante ómicron ha revelado que la protección que proporciona esta vacuna contra el COVID-19 a los niños de cinco a 11 años descendió drásticamente tan solo un mes después de que recibieran la pauta completa de vacunación, aunque sí seguía protegiendo frente al ingreso hospitalario en caso de infección por coronavirus.
DETALLES DE LOS RESULTADOS
Los resultados
de este análisis, que se han publicado en el repositorio MedRxiv, se añaden a
los obtenidos en ensayos clínicos que muestran que esta vacuna no resultó
efectiva en niños de dos a cuatro años, que recibieron una dosis todavía más
pequeña.
Los
investigadores y funcionarios federales que han revisado los datos han
atribuido esta situación en parte al hecho de que se les administre un tercio
de la dosis que reciben los adolescentes a partir de 12 años y los adultos: 10
µg frente a 30 µg.
A pesar de ello,
él y otros expertos en salud pública han señalado que recomiendan la vacuna
para los niños debido a la protección contra COVID grave que se observa incluso
en el nuevo conjunto de datos.
Al respecto de
este estudio, los CDC norteamericanos dijeron que los datos de muchos otros
estados sugieren que el problema no es la edad de los niños o el tamaño de la
dosis, es ómicron.
Además,
sostienen que los niños de 5 a 11 años no vacunados tenían 1,3 veces más
probabilidades de contraer COVID-19 en enero, en el punto álgido del aumento de
ómicron, que los niños vacunados. Para los jóvenes de 12 a 17 años, los no
vacunados tenían 1,5 veces más probabilidades de contraer COVID-19 que sus compañeros
vacunados ese mes.
DOSIS REDUCIDA RESTARÍA EFECTIVIDAD
Los científicos
estudiaron los datos de 852.384 menores de entre 12 y 17 años y de 365.502
niños de 5 a 11 años, que habían sido vacunados entre el 13 de diciembre de
2021 y el 31 de enero de 2022, el punto máximo del aumento de contagios por
ómicron.
La efectividad
de la vacuna para evitar la hospitalización disminuyó del 85% al 73% en los
niños mayores, mientras que en los más pequeños, la eficacia se redujo del 100%
al 48%. Aunque es importante destacar que estas estimaciones tienen amplios
márgenes de error debido a que pocos niños son hospitalizados. La efectividad
de la vacuna contra la infección por SARS-CoV-2 fue del 67% en niños de 12
años, pero solo del 11% en los de 11 años.
Los cálculos
respecto a la protección contra la infección son más fiables y en este caso se
estimó que la efectividad de la vacuna contra la infección en los niños mayores
se redujo del 66% al 51% y, en los más pequeños la caída fue más drástica, al
reducirse a solo un 12% desde un 68%.
El cambio fue
especialmente significativo cuando se comparó a los niños de 11 y 12 años.
Durante la semana que finalizó el 30 de enero, la efectividad de la vacuna
contra la infección por SARS-CoV-2 fue del 67% en niños de 12 años, pero solo
del 11% en los de 11 años.
Esto ha hecho
pensar a los expertos que la clave puede estar en la dosis que reciben, ya que
es probable que la diferencia biológica entre ambas edades sea mínima, pero
mientras que a los niños de 12 años se les administraron 30 microgramos de la
vacuna, la misma dosis que a los adultos, los niños de 11 años solo recibieron
10 microgramos.
Para los autores
del estudio, estos hallazgos han puesto de manifiesto que es necesario
recopilar más información para determinar cuál es la mejor dosis, número y
momento en el caso de las vacunas que se administran a los niños.
Es frecuente que
los expertos revisen la dosificación y el intervalo de administración de las
vacunas pediátricas a medida que se obtiene mayor evidencia. Pero en este caso,
aumentar la dosis en la población infantil para estimular la respuesta
inmunológica podría no ser conveniente porque hay datos que sugieren que puede
provocar fiebre elevada, un efecto adverso potencialmente peligroso en los
niños pequeños.
La vacuna de Pfizer-BioNTech, Comirnaty, fue aprobada por la FDA estadounidense para su uso en niños de cinco a 11 años en octubre de 2021, y poco después la EMA (Agencia Europea del Medicamento) también recomendó que se administrara el fármaco a este grupo de edad en la Unión Europea.
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