Con ocasión de la conmemoración de esta fecha, las posturas acerca de la legitimidad de la historia contada por España se vuelven en contra de lo contado oficialmente, además de condenar la forma de colonización.
Revisiones sobre la visión de la
presencia española, durante la que se ejerció un violento dominio, han sido
expuestas a nivel latinoamericano en este día, mientras que en Colombia se
cambió la connotación de esta fecha, siguiendo los pasos de otras naciones del
continente.
EL CAMBIO DE CONNOTACIÓN EN COLOMBIA
Desde los años 90, movimientos sociales indigenistas
y afros, y algunos académicos, se han cuestionado la conmemoración de la
llegada de Cristóbal Colón a América, el concepto de raza, la idea de un
descubrimiento y el nombre del 'Día de la Raza'. Y hasta hoy ese llamado ha
sido escuchado por el Ministerio de Cultura el cual, vía decreto, estableció el
12 de octubre como Día de la Diversidad Étnica y Cultural de la Nación
Colombiana.
Esta fecha se comenzó a celebrar en
Estados Unidos y el resto de América en conmemoración de la llegada de
Cristóbal Colón a América hacia finales del siglo XIX., y en Colombia se empezó
a celebrar el 'Día de la Raza' desde 1914, acogiendo la propuesta de España de
fomentar la unión de los países hispanoamericanos.
Sin embargo, la idea de raza tenía un
tinte biológico y eurocentrista, lo que hacía necesario que el hincapié de esta
conmemoración estuviera en la diversidad cultural, siendo este más acorde con
las aspiraciones de la actual sociedad colombiana y reflejando el sentir de sus
comunidades.
El nombre de 'Día de la Diversidad
Étnica y Cultural de la Nación Colombiana', se otorgó a través de la Resolución
0138 del 31 de mayo de 2021 basándose en la Constitución de 1991, que es
explícita en resaltar el carácter pluralista de Colombia y en hacer un
reconocimiento a la diversidad étnica y cultural del país, incentivando a su
protección bajo las ideas de igualdad y dignidad de todas las culturas que
conviven en el territorio.
Según indica el Instituto Colombiano de
Antropología e Historia -ICANH, estos cambios de nombre surgieron de los
movimientos indigenistas y afros, también de los académicos, sobre todo desde
la antropología. Colombia era uno de los pocos países americanos que
conservaban la anterior denominación.
UNA RESIGNIFICACIÓN HISTÓRICA
La mayoría de naciones sudamericanas ya
han cambiado el nombre de esta fecha haciendo un homenaje a las culturas
indígenas americanas y africanas que aportaron para la formación de lo que son
hoy en día los países de América.
Pero el término “descubrimiento de
América” ha recibido cuestionamientos por parte de académicos al considerarse
que “simplifica”, por un lado, la complejidad de las relaciones sociales y de poder
que surgieron con la venida de los españoles conquistadores, e “invisibiliza”,
por otra parte, la validez y existencia de una historia, un territorio y una
civilización previas a su llegada.
“Los indígenas del continente que habían
permanecido desconocidos para los europeos, sólo entran en escena cuando ocurre
que ‘son descubiertos’, ‘son conquistados’, ‘son cristianizados’ y son
‘colonizados’”, señaló el filósofo e historiador Miguel León-Portilla en su
texto Encuentro de dos mundos, presentado en 1992 en la Conferencia
Internacional: Reescribiendo la Historia, que tuvo lugar en Baja California.
El filósofo e historiador Edmundo
O'Gorman propone en su libro “La invención de América” que simplemente América no
pudo haber sido descubierta, sino que fue inventada porque América no existía.
“Cuando se
nos asegura que Colón descubrió a América no se trata de un hecho, sino
meramente de la interpretación de un hecho. Pero si esto es así, será necesario
admitir que nada impide, salvo la pereza o la rutina, que se ponga en duda la
validez de esa manera peculiar de entender lo que hizo Colón en aquella
memorable fecha, puesto que, en definitiva, no es sino una manera, entre otras
posibles, de entenderlo” puntualiza O’Gorman.
MARCKALADA Ó MARKLAND
Desde finales del mes pasado, varios
sitios en internet han venido divulgando un manuscrito que data de la primera
mitad del siglo XIV, casi un siglo y medio antes del 12 de octubre de 1492,
cuando Cristóbal Colón llegó a las Antillas y desembarcó en la isla de
Guanahaní, misma que bautizó con el nombre de San Salvador.
El documento, conocido como “Cronica
universalis”, fue el ultimo escrito de un fraile genovés llamado Galvano Fiamma,
vinculado
a la familia Visconti -que en ese momento ostentaba el señorío de la ciudad- y
quien escribió varias obras literarias en latín, principalmente sobre temas
históricos tratando con el pasado o con contextos no milaneses y recopilando información
de diferentes fuentes que declaró escrupulosamente.
En 2013, Sante Ambrogio Céngarle Parisi
identificó por primera vez el texto, escrito en latín, que aún no se ha
publicado y lo que se conserva en un único manuscrito en poder de un
propietario privado, quien amablemente dio permiso para fotografiarlo.
La mención de Marckalada se da en el
tercer libro, que incluye la tercera edad de la humanidad (de Abraham a David),
según la tradicional partición agustiniana. Esta tierra es reconocible como el
Markland mencionado por algunas fuentes islandesas, e identificado por la
mayoría de los estudiosos como una parte de la costa atlántica de América del
Norte, pero la referencia de Galvano es la primera mención del continente
americano en la región mediterránea y da evidencia de la circulación temprana,
fuera del área nórdica, de información sobre tierras al oeste de Groenlandia.
Así lo describe Fiamma:
Luego, hacia el mar más allá del mar, está el océano, donde hay muchas islas en las que hay halcones autóctonos y gyrifalchi en gran cantidad. Y estas islas están solo hacia el lado sur, porque la estrella tramontana se queda atrás hacia el sur. Y dicen los marineros que viven en el mar de Datie y Noruega, que está más allá de Noruega hacia la costa de Islandia. Y desde allí hay una isla llamada Grolandia, donde se encuentra en la parte trasera hacia el sur, donde reina un obispo. No hay grano ni vino ni fruta, pero viven de la leche, la carne y el pescado. Tienen casas debajo de las cuales habitan, y no se atreven a gritar ni a hacer ningún rumor, no sea que las bestias los escuchen y los devoren. Hay osos blancos muy grandes, que nadan junto al mar y conducen a la orilla a los naufragios; donde nacen los grandes vuelos de halcones blancos, que son enviados al general de los tártaros desde Kata. De allí hacia el oeste hay una cierta tierra que se llama Marckalada, donde los gigantes habitan y están construyendo edificios que tienen piedras de piedra tan grandes que ningún hombre podría ubicarlas en un edificio a menos que fueran gigantes. Hay árboles verdes y demasiados pájaros y animales. Y nunca hubo ningún marinero que pudiera saber con certeza algo acerca de esta tierra ni de sus condiciones.
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