
Con una ceremonia pequeña pero enriquecedora y
motivacional, se conmemoró el aniversario número veinte, momento en el que su
historia se divide al presentarse el primer relevo generacional en sus
directivas, las cuales llegan con una visión visionaria e innovadora.
En la noche de ayer, noviembre 3, el auditorio de la sede
central del Instituto de Capacitación Técnica (Incatec) se engalanó para
recibir a personajes de la vida política y social, ex alumnos, ex docentes,
patrocinadores, aliados, amigos e integrantes de la familia incateísta, y ser
locación de esta conmemoración que en tres momentos mostró lo que se puede
llegar a lograr cuando se desarrolla un proyecto de servicio con dedicación,
disciplina, amor, compromiso y sacrificio, en una búsqueda incansable y
continua de la excelencia.
PRIMEROS 20 AÑOS DE HISTORIA
En el año de 1997 la mecánica dental Cecilia Hernández
Muñoz y el mayor (r) de la Policía Ángel Bastos Burbano, una pareja de esposos
residente en Bogotá, decidió emprender una aventura con enfoque social en un
municipio a las afueras de la capital donde a pesar de existir oferta de
servicios de salud, no existían centros de formación en áreas del sector para
una población con poco presupuesto.
Sin experiencia en el mercado la oferta educativa, pero con
vocación de servicio y disposición para el aprendizaje dieron con el Enfermero
Jefe Idelfonso Sánchez, egresado de la Universidad Nacional y quien no sólo fue
el primer y único profesor de la época, sino quien elaboró la ruta de
aprendizaje inicial de único programa por ese entonces. 322 docentes le han
seguido a la fecha.
Transcurridas dos décadas de aquel momento teniendo una
única sede, el instituto recibió su aniversario número 20 con una sede central
propia, una en Madrid y próximamente una en Bogotá, en donde se ofertarán 18
programas de formación técnica laboral por competencias, de los cuales 11 son
nuevos y en áreas diferentes a las de la salud, en la cual Incatec es líder en
la región.
UNA CEREMONIA DE PROTOCOLO Y SUCESIÓN, ANÉCDOTAS FAMILIARES
Y EXPRESIÓN DE GRATITUD
Pasadas las 7 de la noche el auditorio, luego de los
himnos, los asistentes escucharon durante cerca de 2 horas y media en compañía
del trío ensueños, las palabras de poco más de una decena de personas que han
hecho parte del Instituto, dejando huella.
En un primer momento, se oficializó la sucesión en la
dirección de Incatec, que de ahora en adelante será asumida por la pareja de
hermanos Bastos Hernández. Ángela Cecilia, contadora pública, y Ángel Arturo,
Administrador de Empresas, se dedicarán como subdirectora y director
respectivamente, a continuar el legado de sus padres.
“Este es un sueño que empezó con ganas de servir a la
comunidad y luego de la primera promoción de seis estudiantes, en 20 años hemos
graduado a más de tres mil, a quienes hemos inculcado el querer servir al ser
humano. Muchas veces una frase de aliento hace más que una medicina y siempre
pensando en grande” afirmó el director saliente Bastos Burbano, quien reconoció
ser originario de Tumaco, Nariño, pero facatativeño por adopción y agregó que
“Facatativá nos vio crecer, nos ha apoyado confiando en nosotros; damos un buen
servicio, pero ellos lo han estimado, calificado y querido”.
Por su parte el director entrante, Ángel Bastos Hernández,
reconociendo la gran responsabilidad que recibe de “estos 20 años no sólo de
excelencia académica sino en la formación de personas en el sentido de la
humanización y del crecimiento personal”, puntualizó que reciben un gran reto
“pero con la firme convicción de que podemos lograr grandes objetivos”. Así
mismo señaló que mediante 5 estrategias, el Instituto bajo esta nueva era
profundizará sus acciones en la formación integral y humanista de sus
estudiantes, fortaleciendo a través de experiencias positivas de vida el
crecimiento no sólo académico, sino personal.
Recientemente Incatec se certificó en calidad, y además
muchos de sus egresados ejercen hoy su carrera técnica en otros países como
Estados Unidos, Chile, Australia, Suecia y Argentina, en donde les han homologado
el título, por lo que el director Bastos Hernández no dudo en invitar a hacer
parte de esta familia: “Conozcan Incatec, tenemos programas que son de corta
duración y que laboralmente tienen una fácil aplicación. Les vamos a dar las
herramientas para que puedan desarrollar cualquier tipo de plan de vida. Los
esperamos con los brazos abiertos y convencidos de que no sólo van a crecer a
nivel de competencias laborales, sino que una experiencia única los va a crecer
profesional y personalmente”.
En un segundo momento, quienes hacen y han hecho parte de
la familia incateista, entregaron palabras a los directivos y fundadores frente
a los asistentes. Con palabras muy emotivas una docente, un ex docente, una
egresada, un aliado, entre otros rememoraron 20 años de historia, proyectaron
un gran futuro y refrendaron vínculos.
En sus palabras, una de las actuales docentes relató el
enfoque humanístico que rodea el trabajo en Incatec, y por el cual se siente
muy orgullosa de hacer parte de esta familia, tanto que a pesar de tener
experiencia como enfermera y docente y estar cercana a la jubilación, “no
sabría qué hacer cuando no trabaje más allí”, concluyó con nostalgia.
El Enfermero Jefe Idelfonso Sánchez, quien hace parte de la
planta del Hospital San Rafael de Facatativá (HSRF), reflexionó por la misma
línea sobre el loable esfuerzo que los hijos Bastos Hernández reciben de sus
padres, resaltando que éstos últimos han dejado huella, lo que desarrolló luego
de contar una anécdota: “Cuando estaba sentado en la taza un baño en la
Universidad Nacional -no me pregunten haciendo qué-, leí una dentro de muchas
de esas frases obscenas que se escriben en los baños de las universidades
públicas, que decía: ‘lo importante no es <> sino hacer
espuma”.
El Enfermero Jefe Sánchez, manifestó que una de las grandes
enseñanzas de su progenitora fue el de la gratitud, lo que motivó las palabras
“del alma, “del corazón”, no solo entretenidas sino cargadas de significado que
entregó a los Bastos Hernández frente al auditorio. “Hace 19 años no dicto
clases acá, pero más sin embargo siempre hemos estado en contacto, hicimos
lazos de amistad muy fuertes, muy sólidos y siempre estamos en contacto,
contándonos, diciéndonos, consultándonos, entonces eso es más valioso que
cualquier cosa”, contó Sánchez, quien reflexionó ante El Observador Siglo XXI
que alguna vez “leí o escuché una frase que me gustó mucho y que dice que Dios
primero soñó el mundo y después lo hizo y me parece absolutamente cierto; yo
creo que en la medida que tengamos capacidad de soñar y de tratar hacer
realidad esos sueños, seremos mejores seres humanos, siempre teniendo en cuenta
es muy fácil diferenciar lo que está bien hecho de lo que está mal hecho y nos
inclinemos siempre por hacer el bien”.
Mientras tanto, Luisa Fernanda Toro confió su educación y
proyecto de vida a Incatec hace algunos años, y decidió profesionalizarse por
el lado de la medicina, carrera que estudia actualmente en la Universidad
Nacional en Bogotá. Contó a El Observador Siglo XXI que nació en Boyacá y al
llegar a Facatativá conoció el Instituto por una recomendación familiar. “Lo
que nos hizo tomar la decisión con mis padres para inscribirme fue primero, la
parte de valores que se inculca, la parte humanística y la visión crítica; en
segundo lugar, la facilidad de la financiación, además de los convenios para
las prácticas y la gran calidad humana de don Ángel y doña Cecilia, quienes me
hicieron la entrevista para el ingreso”
En un tercer momento, se entregaron reconocimientos a
personas y entidades que han sido aliados en la labor de Incatec, dentro de los
cuales se encuentran el HSRF, Crediflores y la Clínica Santa Ana, cuyo
director, Federico Alejandro Daza, manifestó que confió en el proyecto de
Incatec porque “nosotros hemos sido una institución abierta, le hemos dado la
oportunidad a muchas instituciones que estuvieron en su momento en el municipio
para las prácticas y de esa manera poder formar seres humanos en aspectos
técnicos que hacían falta dentro del municipio. Una de las características que
se ha impreso en la vida de los egresados es su ética, su buena formación, su
compromiso su transparencia y lo más importante, su calidez en la atención”.
Luego de ello, la subdirectora entrante Ángela Bastos
Hernández, hizo el brindis con el que se celebraron los primeros 20 años de
historia del Instituto de Capacitación Técnica.
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