Informe especial con la historia, estadísticas, efectos nocivos y la lucha mundial que se desarrolla para reducir la prevalencia de este hábito de consumo clasificado por la OMS como un trastorno mental y del comportamiento. ¿Cómo vamos en Colombia?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido que la nicotina contenida en el tabaco es sumamente adictiva y el consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares y respiratorias, así como de más de 20 tipos o subtipos diferentes de cáncer y muchas otras enfermedades debilitantes, por lo que cada año se registran más de 8 millones de defunciones relacionadas con el consumo de tabaco.
BREVE HISTORIA DEL TABACO
El Hospital Universitario Quirón Salud de
Madrid, España, remite a un fósil de hojas de tabaco descubierto en 2010 en
Perú como primera evidencia histórica del tabaco. Se ha calculado que
corresponde a la era del pleistoceno, aproximadamente 2,5 millones de años
antes de Cristo.
Según la Institución, hace 10 000 años el
tabaco se cultivaba de manera habitual y se utilizaba en ceremonias religiosas
entre los pueblos indígenas de Centro y Norteamérica. Hacia el siglo I después
de Cristo, el tabaco había conquistado todas las tierras de cultivo de América.
“El primer contacto de los europeos con el
tabaco se produjo cuando fue presentado por lo indígenas locales en el segundo
viaje de Colón al "nuevo mundo" septiembre de 1493 a junio de 1496).
Este viaje se centró en las diferentes islas del caribe, y se piensa que debido
a esto los españoles denominaron a una isla descubierta entonces, Trinidad y
Tobago (los indígenas locales lo denominaban tabago).(sic)”, se lee en el
portal del Hospital.
Paradójicamente, a mediados del siglo XVI,
el tabaco se consideraba una planta con propiedades curativas. Jean Nicot,
entonces embajador francés en Lisboa, realizó una serie de experimentos para
evidenciar el carácter curativo del tabaco y dio el nombre al principal
alcaloide de la planta: la nicotina.
Al inicio del siglo XVIII el tabaco se
podía encontrar en cualquier rincón del globo. En 1881, se patenta la primera máquina
capaz de producir cigarrillos. Era capaz de producir 120.000 cigarrillos al día
y con ella se comenzó́ el crecimiento exponencial de su consumo.
En las dos grandes guerras mundiales hubo
un suministro liberal de tabaco a los soldados como forma de subir su moral de
combate y disposición para la batalla, y luego de finalizadas, el tabaquismo se
hizo popular entre las mujeres, a medida que la mujer se emancipa y se
incorpora al mercado laboral.
EL TABACO COMO PRODUCTO NOCIVO
Frente a los efectos adversos de fumar, el
comienzo del conocimiento científico que vincula tabaco a enfermedad se produce
al inicio del siglo XX apareciendo artículos en revistas médicas sobre sus
efectos sobre la salud.
En 1954 el epidemiólogo británico Richard
Doll publica un estudio que demuestra que los fumadores podían sufrir cáncer de
pulmón con mucha mayor probabilidad. En 1964 se publica el famoso "informe
del cirujano general de Estados Unidos", detallando la creciente evidencia
científica sobre el daño del tabaco a la salud humana, y relacionando inequívocamente
el nexo causal entre el tabaquismo y el cáncer de pulmón en hombres.
Ante esto, en los años en la década de 1970
se popularizan el consumo de cigarrillos con filtro y los cigarrillos light, o
mentolados, haciendo pensar la industria tabaquera que permitía disminuir los
riesgos, llevando a los consumidores a una falsa sensación de seguridad.
La OMS estima que el tabaco es perjudicial
en todas sus modalidades y no existe un nivel seguro de exposición al tabaco.
Fumar cigarrillos es la forma de consumir tabaco más extendida en todo el
mundo. Otros productos de tabaco son el tabaco para pipa de agua o narguile,
diferentes productos de tabaco sin humo, cigarros, puritos, tabaco de liar,
tabaco picado, bidis y kreteks.
Por su parte, la Organización Panamericana
de la Salud (OPS) indica que el consumo de tabaco es la causa de muerte más
prevenible en el mundo actual, y mata a casi un millón de personas en la región
de las Américas cada año, ya sea por consumo directo o por exposición al humo
de tabaco ajeno.
El consumo de tabaco tiene un costo
económico enorme en el que se incluyen los elevados costos sanitarios de tratar
las enfermedades que causa y la pérdida de capital humano debida a su
morbimortalidad.
Datos y cifras
Según la Organización Mundial de la Salud,
el tabaco mata hasta a la mitad de las personas que lo consumen y cada año más
de 8 millones de personas fallecen, de las cuales más de 7 millones de estas
defunciones se deben al consumo directo de tabaco y alrededor de 1.2 millones
son consecuencia de la exposición de no fumadores al humo ajeno.
Más del 80 por ciento de los 1300 millones
de consumidores de tabaco que hay en el mundo viven en países de ingresos
medianos o bajos y en 2020 el 22.3 por ciento de la población mundial consumía
tabaco, concretamente el 36.7 por ciento de todos los hombres y el 7.8 por
ciento de las mujeres del mundo.
En la región de las Américas, según la OPS
es responsable del 15 por ciento de las muertes por enfermedades
cardiovasculares, del 24 por ciento de las muertes por cáncer y del 45 por
ciento de las muertes por enfermedades respiratorias crónicas.
Efectos nocivos
El tabaquismo es una de las principales
causas de enfermedad cardiovascular (ECV), según indica el Centros para el
Control y la Prevención de Enfermedades (CVC por su siglas en inglés) de
Estados Unidos.
Este hábitos puede aumentar los
triglicéridos, el cual es un tipo de grasa en la sangre, reducir el colesterol
“bueno” (HDL), hacer que la sangre se vuelva pegajosa y que sea más probable
que se formen trombos o coágulos - lo cual puede bloquear el flujo de sangre al
corazón y al cerebro-, dañar las células que recubren los vasos sanguíneos, aumentar
la acumulación de placa -grasa, colesterol, calcio y otras sustancias- en los
vasos sanguíneos y causar engrosamiento y estrechez de los vasos sanguíneos.
Por otra parte, el tabaquismo puede causar
EVC tales como dolor de pecho, ataque cardiaco -cuando se bloquea el flujo
sanguíneo al corazón y se daña o muere una parte del músculo cardiaco-, insuficiencia
cardiaca -cuando el corazón no puede bombear suficiente sangre y no suministra
suficiente oxígeno a los otros órganos-, y arritmia -cuando los latidos del
corazón son muy rápidos, muy lentos o irregulares.
Además, puede generar un accidente
cerebrovascular -cuando el suministro de sangre al cerebro se bloquea o cuando
se rompe un vaso sanguíneo del cerebro y esto causa daño o la muerte de partes
del cerebro-, el cual puede causar discapacidad como parálisis, debilidad
muscular, dificultad para hablar o pérdida de la memoria o la muerte.
LUCHA CONTRA EL TABACO
Las políticas de restricción del consumo
se inician a principios del siglo XX cuando, en 1908, Gran Bretaña se prohibió́
la venta de tabaco a niños. Estas prohibiciones se extendieron en 1933 y la
primera clínica para el abandono de tabaco se abrió́ en 1958.
Por su parte, la publicidad del tabaco fue
prohibida en televisión en 1965 y en 1971 se llegó́ al primer acuerdo con las
tabaqueras para las alertas sobre la salud en los cigarrillos. En esta época se
aumentaron los impuestos sobre el tabaco con la justificación de las razones
sobre la salud.
"La lucha contra el tabaco comenzó en
la década de 1950, cuando la comunidad médica empezó a reunir pruebas de que
fumar causa enfermedades graves, en particular cáncer", dijo Adriana
Bacelar Gomes, especialista en vigilancia del tabaco de la OPS. "Fue
entonces cuando empezaron las primeras iniciativas para limitar a la industria
y regular los productos del tabaco y su consumo, y ahí empezó nuestro
trabajo", agregó.
Pero fue en 2004 cuando, a nivel mundial,
se tomaron decisiones para desestimular paulatinamente el consumo. En mayo 21
de 2003, la 56ª Asamblea Mundial de la Salud adoptó por unanimidad le Convenio
Marco de la OMS para el Control del Tabaco (CMCT OMS), el cual fue el primer
paso en la lucha mundial contra la epidemia de tabaquismo.
El Convenio entró en vigor en febrero 27 del
2005. De los 193 Estados Miembros de la OMS, 168 son Estados Partes en el
Convenio (abril 2010) convirtiéndose en uno de los pactos de más rápida
aceptación en la historia de las Naciones Unidas. El Tratado presenta un modelo
para los países que buscan reducir la oferta y la demanda de tabaco.
Las disposiciones clave que las Partes del
CMCT OMS están obligadas a aplicar incluyen implementar una prohibición total
de la tanto de la publicidad como de la promoción y patrocinio de los productos
de tabaco dentro de los cinco años, advertencias sanitarias fuertes en el
empaquetado de los cigarrillos que cubran del 30 al 50 por ciento de las
superficies expuestas, protección de la exposición al humo de tabaco ajeno en
todos los lugares de trabajo interiores, lugares públicos cerrados y transporte
público, y finalmente medidas para reducir el comercio ilícito de productos de
tabaco.
LIDERAZGO REGIONAL
En 2004, México se convirtió en el primer
país de las Américas en ratificar el CMCT, pero tendrían que pasar otros 20
años para que sus medidas se consagraran en la legislación mexicana, con la reforma
de la Ley General para el Control del Tabaco, la cual se estableció en 2008 tras
la ratificación del CMCT de la OMS.
Aunque las medidas del CMCT tienen todo el
sentido del mundo en términos de protección de la salud pública y reducción del
impacto en los sistemas de salud, la fuerte resistencia de la industria ha
provocado retrasos en su aplicación, a menudo durante muchos años.
"Cuando te enfrentas a una de las
industrias más grandes y poderosas del mundo, la resistencia, la persistencia y
la colaboración son las únicas formas de avanzar", afirmó Juan Arturo
Sabines, consultor nacional de la OPS para el control del tabaco en México.
"Esta ley adoptó las medidas del Convenio Marco, pero sólo parcialmente", dijo Sabines. "Por ejemplo, aunque proponía lugares públicos libres de humo de tabaco, seguía permitiendo zonas designadas donde se podía fumar en interiores, lo que no protege al público del humo de tabaco ajeno".
"En lo que respecta al control del tabaco, hay una industria muy poderosa y con muchos recursos que trabaja directamente contra la salud pública. Y están dispuestos a utilizar todo su arsenal para impedir que se reduzca la demanda de sus productos, que es un objetivo clave de la salud pública", afirmó Adriana Bacelar Gomes, especialista en vigilancia del tabaco de la OPS.
Las personas que fumen en público podrían
enfrentarse a multas de entre 50 y 300 dólares estadounidenses, y las empresas
podrían recibir multas de hasta 2000 dólares. Sin embargo, quedaban dudas sobre
la aplicación de la nueva ley.
Evalinda Barron, directora general de la Comisión
Contra las Adicciones del Consejo Nacional de México, dijo a la revista científica
The Lancet que la policía no tendría ningún papel en la aplicación. En cambio,
las responsabilidades de aplicación recaerán bajo la jurisdicción de la
Comisión Federal para la Protección de la Salud para garantizar que los
establecimientos respeten la ley.
“A pesar de haber tomado la iniciativa
[con el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco], tuvimos 20 años
de gobiernos anteriores sin ser sensibles a la necesidad de avanzar en la
regulación del tabaco”, dijo Barron a The Lancet, pero indicó que “todavía hay
dos puntos sobre los que sigue habiendo dudas en México: los empaques neutrales
para los cigarrillos y el aumento del impuesto al tabaco. Son dos cosas que
México aún tiene que lograr para cumplir con los requisitos de la convención
para el control del tabaco”.
“México ahora tiene algunas de las leyes
más estrictas de América Latina y esperamos que nuestra evaluación y evidencia
ayude a otros países de la región y a países de ingresos bajos y medios fuera
de la región”, expresó a la revista Luz Sánchez Romero, experta en
intervenciones contra el tabaco y la obesidad en la Universidad de Georgetown,
Washington DC, EE. UU.. Costa Rica prohibió fumar en todos los lugares públicos
el año pasado, mientras que Brasil, El Salvador y Chile también están
considerando políticas de control del tabaco.
LOS ESFUERZOS EN COLOMBIA
Aunque no es uno de los países firmantes
del CMCT de la OMS, Colombia se adhirió al Convenio tras ratificarlo en abril
10 de 2008, ante lo que dio trámite y aprobación a la Ley 1335 de 2009, luego
de haber emitido la Resolución 1956 de 2008.
En la Resolución, se prohibió el consumo
de humo de tabaco en espacio cerrados y en especial las entidades de salud, de
educación y en los que se presten servicios a menores tanto oficiales como
privados.
En la Ley se establecieron medidas sobre la venta de
productos de tabaco a menores de edad, la prevención al consumo de tabaco y sus
derivados en menores de edad y población no fumadora, la publicidad y
empaquetado del tabaco y sus derivados la prohibición las acciones de promoción
y patrocinio de tabaco y sus derivados, la garantía de los derechos de las
personas no fumadoras frente al consumo de tabaco.
Sin embargo, las sanciones que se
establecieron en la Ley no son de mayor cuantía, ni tampoco se hace un
seguimiento al cumplimiento de la norma, como por ejemplo la prohibición de
vender cigarrillos por unidad y el uso de máquinas expendedoras o dispensadores
mecánicos de productos de tabaco, en lugares y puntos de venta en los cuales
hay libre acceso de los menores de edad.
El Estudio Nacional sobre Consumo de
Sustancias Psicoactivas de 2019, realizado por el Observatorio de Drogas del
Ministerio de Justicia y del Derecho y el Departamento Administrativo Nacional
de Estadística (DANE), reveló que la prevalencia de tabaquismo viene en
descenso pasando del 12.9 por ciento en 2013 al 9.7 por ciento en 2019.
Al analizar la prevalencia de consumo de
tabaco (cigarrillos, cigarros, pipas, puros u otros), se encontró que
Cundinamarca, Bogotá y Boyacá registran las prevalencias más altas para las
personas entre 12 y 65 años que informaron haber consumido tabaco alguna vez en
su vida, con 45.3, 42.9 y 42.3 por ciento respectivamente.
Por su parte, en las prevalencias de año y
mes, es decir, las personas seleccionadas que informaron haber consumido tabaco
o cigarrillo en los últimos 12 meses o en los últimos 30 días, Vaupés y
Manizales presentaron las prevalencias más altas con 19.3 y 17.4 por ciento
respectivamente para últimos 12 meses y 16.9 y 14.7 por ciento para los últimos
30 días. En el total nacional, la prevalencia de vida fue 33.3 por ciento,
mientras que la de los últimos 12 meses fue 12.1 por ciento y últimos 30 días 9.8
por ciento.
La carga de enfermedad atribuible al tabaquismo ocasiona aproximadamente 26 460 muertes por año, que pueden ser evitables, lo cual representa en promedio 674 262 años de vida que se pierden por cada muerte prematura o discapacidad y son elevados costos al sistema de salud para atender a las personas con enfermedades prevenibles provocadas por el consumo de tabaco.
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