El intercambio se produjo en Emiratos Árabes Unidos, en donde una delegación rusa entregó a la baloncestista Brittney Griner en un canje de prisioneros por Víktor But, señalado de hacer negocios con las FARC.
El empresario Víktor But fue detenido en
Tailandia en 2008. Dos años después, fue extraditado a EE.UU. y acusado de
intentar vender un cargamento de armas al grupo terrorista colombiano que en
2016 firmó un Acuerdo de Paz con el gobierno del entonces presidente Juan
Manuel Santos.
UNA NEGOCIACIÓN HISTÓRICA
En un primer momento EE.UU. propuso el
intercambio de Víktor But por dos presos estadounidenses en Rusia. Ante la
presión que Rusia ha ejercido durante casi 15 años por la liberación de But Bloomberg
afirmó, citando fuentes, que Moscú no quería discutir el intercambio del
ciudadano estadounidense Paul Whelan, condenado en Rusia por espionaje.
"Un funcionario estadounidense dijo
que Rusia no quería discutir su inclusión (en el intercambio), por lo que el
presidente estadounidense Joe Biden tuvo que elegir entre traer de vuelta a
Griner o a nadie", escribe la agencia.
Brittney Griner, jugadora de baloncesto
de Texas, en abril 17 de 2013 confesó haber sufrido bullying desde niña y en una
entrevista se declaró públicamente homosexual, situación que en Rusia es
reprimida. En febrero de 2022 fue detenida en un aeropuerto de Moscú por llevar
dos cartuchos de vapeo que contenían 0,252 y 0,45 gramos de aceite de cannabis,
por lo que fue condenada a 9 años de cárcel por tráfico de drogas.
En un mensaje tras conocerse la noticia,
el presidente de EE.UU. Joe Biden, quien habló con la atleta Brittney Griner tras
ser liberada, aseguró que Washington seguirá con las negociaciones con espíritu
de buena fe para liberar a Paul Whelan, un ex marine sentenciado en Rusia por
espionaje.
El ex asesor de Seguridad Nacional de
Trump, John Bolton, comentó el intercambio del empresario ruso Víktor But por
la baloncestista Brittney Griner. Según
el ex asesor, este acuerdo supone una muestra de debilidad de EE.UU.
EL PROTAGONISMO DE COLOMBIA
Washington empezó a investigar las
actividades del empresario ruso a finales de los noventa. En 2000, 2005 y 2006,
el nombre de But figuraba en los reportes de Amnistía Internacional y el
Departamento de Estado de EE.UU. como uno de los principales proveedores de
armas a África, eludiendo las sanciones de la ONU, según recuerda RT.
El marzo 6 de 2008, But fue arrestado en
Bangkok, Tailandia, por agentes de la agencia antidrogas (DEA por su siglas en
inglés) que se hicieron pasar por potenciales proveedores para las Fuerzas
Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). El grupo guerrillero -ahora disuelto-
estaba clasificado como organización terrorista por Estados Unidos.
Según las autoridades, But tenía planes
de vender misiles tierra-aire a las FARC que luego podrían ser usados contra
militares estadounidenses. En su juicio de tres semanas, relata la BBC de
Londres, se escuchó que a Bout le habían dicho que las armas se usarían para
matar a pilotos estadounidenses que trabajaban con autoridades colombianas. Los
fiscales dijeron que él decía: "Tenemos el mismo enemigo".
En mayo 6, EE.UU. presentó oficialmente
contra él acusaciones de tráfico ilícito de armas, conspiración para asesinar a
ciudadanos estadounidenses y suministro de apoyo material a terroristas pero inicialmente,
el tribunal tailandés rechazó la petición de Washington de extraditar a But, al
considerar que las acusaciones en su contra no estaban probadas y que el caso
tenía motivaciones políticas.
Sin embargo, luego de que la Fiscalía
local recurriera la decisión judicial, en febrero 18 de 2010, la Procuraduría
de Nueva York presentó nuevos cargos en su contra, incluidos los de fraude,
blanqueo de dinero y violación de las sanciones internacionales que prohíben
las transferencias de armas a focos de tensión y en agosto 20 posterior, la
corte de apelación del país asiático resolvió extraditar a But, quien
posteriormente fue recluido en una cárcel neoyorquina. Durante las audiencias
preliminares, los abogados del empresario ruso exigieron cerrar el caso,
alegando que no estaba sujeto a la jurisdicción de EE.UU.
En octubre de 2011, se inició en Nueva
York un juicio en su contra, durante el cual los servicios de inteligencia admitieron
que su detención fue resultado de una "operación trampa", pero aún
así un jurado encontró a But culpable de los cuatro cargos. Su condena final de
25 años fue anunciada por el tribunal federal de Nueva York el 5 de abril de
2012.
¿UNA COSTUMBRE DE EE.UU?
Este caso recuerda la polémica situación
que atraviesan los ex negociadores de los Acuerdos entre el gobierno Santos y
las FARC en La Habana, Cuba, quienes fueron pedidos en extradición por las
autoridades estadounidenses luego de exponer que estaban realizando negocios ilícitos
cuando ya wse habían firmado los Acuerdos.
La acusación que EE.UU. hizo contra
alias “Iván Márquez” y “Jesús Santrich”, los dos ex líderes guerrilleros
salieron del país e, incluso, Márquez fingió
su muerte en medio de combates en Venezuela. Sin embargo, no ha existido
reproche alguno en contra del país norteamericano por sus estrategias para “atrapar
criminales”, que en algunos casos podrían ser instrumentalizados para lograr
los objetivos de las agencias estadounidenses.
Recientemente, el empresario colombo venezolano Alex Saab Morán, otra de las personas cercanas de los regímenes con los que Washington no está de acuerdo, fue capturado en Cabo Verde y extraditado para responder ante una Corte de Miami por el delito de lavado de activos pero no se ha conocido cómo se logró cayó el acusado, si con negocios reales o fabricados para atraparlo.
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