El reptil fue hallado por un campesino mientras guadañaba el jardín de su finca en el municipio de Fusagasugá, que al percatarse de la presencia del animal lo apartó a un lugar seguro y llamó a la CAR para que acudiera a su rescate.
El equipo médico veterinario del Centro de Atención y Valoración de Fauna silvestre (CAV) de la Corporación Autónoma Regional de Cundinamarca (CAR), ubicado en el municipio de Tocaima, trabaja en la recuperación de una boa constrictora de más de dos metros que fue traslada desde la oficina regional de la entidad en Sumapaz.
EL HALLAZGO
"Llegó con garrapatas, razón por la
cual le estamos realizando una desparasitación externa, pero también
interna. Además, le hicimos un hemograma
para mirar si tiene hemoparásitos”, explicó Ricardo Murillo, médico veterinario
y coordinador técnico del CAV de fauna de la CAR.
Los funcionarios de la Corporación que llegaron
hasta el lugar, trasladaron a la serpiente a las instalaciones de la oficina
regional y tras valorarla, optaron por remitirla al CAV para que recibiera
tratamiento especializado.
El profesional aseguró que la serpiente,
cuyo peso supera los tres kilos y medio, no será liberada en un ecosistema
estratégico hasta que no esté libre de este tipo de vectores.
“Esta especie de serpiente no tiene
glándula venenosa y, por lo tanto, no representa un peligro. Se caracteriza por
hacer cacería de ratas o ratones silvestres y normalmente está asociada a los
cuartos donde la gente guarda elementos en desuso o hay mucha comida, ya que
hasta allí llegan las ratas y detrás de ellas las víboras”, explicó Murillo.
SU ROL EN EL AMBIENTE
El médico veterinario resaltó la
importancia ecosistémica que tienen las serpientes al ser, principalmente,
controladoras biológicas de animales débiles y enfermos.
“Contribuyen a mantener nuestros
ecosistemas equilibrados. Sin ellas, el número de especies de presa aumentarían
a niveles no naturales y se convertirían en plagas”, destacó.
La CAR informó que a su Centro de
Atención y Valoración de Fauna Silvestre han ingresado este año 10 serpientes
de diferentes especies. “Principalmente
nos llegan constrictoras o cazadoras, serpientes que no son venenosas. De
hecho, solo nos ha llegado una venenosa. Se trató de una cascabel juvenil que
llegó en muy mal estado”, mencionó el profesional.
La entidad hizo un llamado a las
personas que encuentren serpientes a no molestarlas ni lastimarlas y a dar
aviso oportuno a la Corporación, a la Policía Ambiental, a la Defensa Civil o a
los bomberos para que acudan a su rescate.
“La idea es que quien la rescate sea una persona que tenga experticia o, por lo menos, sepa qué especie es y cómo capturarla para no lastimarla”, afirmó Murillo, para quien las serpientes son animales de mucho respeto e importancia, por lo que conservar su hábitat es fundamental para preservar su existencia.
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