Durante los primeros cuatro meses del año el país ha atravesado una situación pre-electoral y electoral que ha determinado, en parte, la situación de derechos humanos en todo el territorio nacional. Así mismo estos meses han estado atravesados por varias protestas.
En el primero de cuatro reportes que publicará la plataforma Grita de Temblores Ong durante el año 2022, se registraron 67 casos de agresión física, 23 personas heridas, 67 retenciones, 8 casos de violencia sexual, 15 casos de violencia verbal, 9 montajes judiciales y 7 casos de violencia homicida.
LUGARES Y GÉNEROS
En relación a los departamentos donde
ocurrieron estos hechos se encontró que en Bogotá se registraron la mayor
cantidad de casos con un 44,7 por ciento, seguida por Antioquia con 16,8 por
ciento y luego por Santander con 7,5 por ciento.
Esta proporción varía un poco respecto
al reporte final emitido en el 2021, donde Valle del Cauca fue el departamento
con más casos registrados con un porcentaje del 22,67 por ciento. En cambio,
para estos primeros cuatro meses del año, este departamento registra 3,1 por
ciento de los casos.
Respecto a la identidad de género de las
víctimas o las personas afectadas por estos hechos, se encontró que el 50,5 por
ciento fueron hombres, el 19,3 por ciento mujeres, el 0,6 por ciento mujeres
trans y el 0,3 por ciento corresponde a personas no binarias. Los hombres son
más agredidos por la Policía en espacios públicos como retenes, trabajo
informal, protesta. Sin embargo esta proporción cambia cuando se trata de
violencias en el espacio privado, como son los hechos de violencia sexual.
Contexto
El contexto en el que se registraron
mayor número de casos de violencia policial es en las distintas actividades y
usos cotidianos del espacio público con un 35,4 por ciento de los casos.
El informe señala que este porcentaje es
preocupante debido a que las víctimas son principalmente personas que necesitan
del espacio público ya sea como forma de subsistencia o como escenario para la
libertad de expresión y por ende, el espacio público se convierte en un lugar de
violencias por parte de la Policía Nacional.
Las principales víctimas son ciudadanías
que históricamente han sido perseguidas y violentadas como los trabajadores
informales, personas usuarias de sustancias psicoactivas, colectivos
comunitarios, y personas en situación de habitancia en calle.
Por otro lado, los escenarios de
protesta social son el segundo contexto con más casos con un 23,6 por ciento.
Estos acontecimientos de protesta, al ocurrir de forma esporádica pero
concentrando altos números de casos, tienden a hacerse más visibles,
contribuyendo a la construcción de la narrativa de que la violencia policial
ocurre en mayor medida en dichos escenarios.
Mecanismo de agresión
En lo que respecta al mecanismo de
agresión, se encontró que la agresión física sin armamento fue el porcentaje
más alto con 17,8 por ciento, seguido por armas de letalidad reducida, como gas
lacrimógeno, o arma contundente como bolillo, cada una con 7.9 por ciento.
Para temblores es interesante observar
que el 37 por ciento de los casos donde se dio una agresión física sin armamento
fue en contextos de ocio en el espacio público, seguido por contextos de
detención con un 18,5 por ciento, lo que muestra que en escenarios cotidianos
la fuerza pública ha recurrido no sólo a su armamento de dotación sino también
a agresiones como golpes, patadas, cachetadas, entre otras, como forma de
intimidar a la ciudadanía.
Actor agresor
En cuanto a los presuntos actores
agresores, la Policía es el mayor presunto responsable con participación
exclusiva en 62,7 por ciento de los casos. Además, en un adicional 14,3 por
ciento, tiene algún tipo de participación conjunta con otra fuerza del Estado como
el Goes, la Sijin y el Esmad, con civiles o con agentes de vigilancia privada.
Estos datos refuerzan lo que s ha venido
denunciando desde Temblores ONG, respecto a que la violencia policial no es una
práctica que ocurre únicamente en escenarios de protesta social, sino que
sucede en gran medida en contextos cotidianos de la vida diaria. Por su parte,
el Esmad es el presunto responsable del 14,3 por ciento de los casos, la
policía de tránsito del 1,9 por ciento, el Goes del 1,2 por ciento y la policía
antinarcóticos del 0,6 por ciento.
TIPO DE VIOLENCIA
Frente a los hechos de violencia sexual
que se registraron durante estos primeros 4 meses del año, la plataforma
sistematizó un total de 8 casos donde 9 personas fueron víctimas. Todos estos
hechos fueron presuntamente cometidos por miembros de la policía.
En cuanto a la identidad de género de
las víctimas encontramos que un 22 por ciento fueron mujeres trans, un 33,5 por
ciento mujeres, otro 33,5 por ciento hombres y un 11 por ciento personas no
binarias. Esto para la ONG es preocupante porque significa que el 66,5 por
ciento de las víctimas son personas con cuerpos feminizados o identidades de
género disidentes.
Además, no se tienen más reportes de
mujeres trans o personas no binarias agredidas con otra forma de violencia, lo
cual indica que es mediante la violencia sexual que la fuerza pública busca
agredir a personas con sexualidades y géneros disidentes.
En relación al contexto donde sucedieron
los hechos, observamos que el 61 por ciento ocurrieron en escenarios de detención,
lo que nuevamente reafirma que las estaciones de policía, CAI y vehículos
terminan convirtiéndose en escenarios inseguros para las personas retenidas.
Los demás contextos donde ocurrieron
estos hechos fueron en el marco de una protesta en el transporte público, trabajo
en el espacio público y ocio, cada uno de estos con un 13por ciento.
El 61 por ciento de los casos de
violencia sexual ocurrieron en Bogotá, seguida por Santander, Valle del Cauca y
Antioquia, con un 13 por ciento respectivamente. Frente a las ocupaciones y
caracterización de vulnerabilidad de las víctimas, se encontró que algunas de
ellas son migrantes, vendedoras informales o están asociadas a algún tipo de
liderazgo social. Así mismo uno de estos casos sucedió al interior de la fuerza
pública.
En lo corrido de estos cuatro meses, el
día que se reportaron más hechos de violencia policial fue el 28 de abril, con
9 casos. Ese día se conmemoró el aniversario del Paro Nacional de 2021 y se
registraron intervenciones violentas, retenciones irregulares, disparos directos
y personas heridas en Bogotá, Medellín, Bucaramanga y Madrid, Cundinamarca.
El 28 de enero con 5 casos y el 27 de
abril con 4 hacen parte de los 10 días con más casos registrados por Grita.
Ambas fechas también están relacionadas con la conmemoración del Paro del 28A
de 2021. El primero, correspondiente al noveno mes del Paro y el segundo a la
víspera de la conmemoración del aniversario.
Otro elemento que Temblores resalta es
que la mayoría de días que entran dentro de los 10 con más casos están
asociados a jornadas de protestas, como la marcha feminista del 28 de marzo que
fue reprimida en Medellín, y la protesta de los indígenas Embera que estaban
asentados en el Parque Nacional en Bogotá, que fue hostigada por el Esmad en abril
6. Estos días de protesta, al presentar más casos, son más visibles a la mirada
pública, reforzando posiblemente la narrativa de que la violencia policial
ocurre predominantemente en este tipo de escenarios.
Sin embargo, Temblores ONG indicó que, como ha venido mostrando, el abuso y la violencia policial son un entramado de prácticas de carácter sistemático que ocurren en contextos cotidianos como en escenarios de protesta, debido a que responden a un andamiaje estructural que las legitima y reproduce impunemente.
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