Uno de los coordinadores que operan en las bodegas de Zona Franca cuenta la experiencia de hacer parte del equipo que recibe los biológicos para cubrir el Programa Ampliado de Inmunización.
Álvaro José Sánchez es uno de los jefes de despachos en la jornada nocturna de la bodega y en sus manos está la responsabilidad de recibir, almacenar y despachar, casi en tiempo récord, los biológicos a todos los departamentos del país y que los entes territoriales puedan contar con los insumos necesarios y que no se pierda un solo día en esta carrera contra el tiempo.
LA EXPERIENCIA
Cuando las dosis
llegan a las bodegas, un segmento de su equipo de trabajo conformado por
químicos farmacéuticos, se encargan de verificar los lotes, sus fechas de
vencimiento, el estado general de las vacunas y los soportes documentales,
siempre corroborando que contengan los certificados de análisis, facturas,
listas de empaque, entre otros; y así mismo, despacharlas y lograr que lleguen
a sus puntos de destino en menos de 48 horas.
"Sabemos
que cada minuto cuenta y hemos optimizado nuestros procesos para que cada vez
que recibimos nuevos lotes podamos remitirlos de manera más rápida a las
regiones", dijo Álvaro.
Así es como su
equipo de operarios, un personal con mucha experiencia y años de trabajo con la
entidad, ha hecho que este país “sea reconocido por tener uno de los programas
de inmunización más sólidos de la región, y por supuesto, de tener coberturas
importantes de protección a la población”, señaló el Ministerio de Salud y
Protección Social en un comunicado.
"Hemos
sacrificado tiempo con nuestras familias o de descanso, porque nos ha ganado el
amor por esta labor y por este país, porque de nuestro trabajo depende muchas
veces que alguien reciba una vacuna a tiempo y no aumente su riesgo de enfermar
gravemente o morir por el contagio", declaró el jefe de despachos.
Finalmente,
Álvaro es enfático en resaltar que a pesar de las extenuantes jornadas a las
que ha estado expuesto por esta crisis producida por la pandemia, está
agradecido por el enorme orgullo de pertenecer a esta esperanzadora labor,
"cuando uno ve en las noticias que la gente se está vacunando en las
ciudades, se siente un placer, porque se está haciendo un buen trabajo y es el
trabajo más placentero de toda mi vida", concluyó.
UN PUNTO INTERMEDIO
Este punto del proceso que lidera
Álvaro, está precedido por un procedimiento aduanero pertinente, el cual es
revisado por la Dian y por el Invima y una vez se encuentra todo en orden, se
trasladan a las bodegas del Ministerio de Salud de la Zona Franca en la
localidad de Fontibón, Bogotá.
0 Comentarios
El Observador Siglo XXI no se hace responsable por el contenido de los comentarios. Este es un espacio de libre opinión, amablemente solicitamos por favor compartirla con respeto.