Las perspectivas económicas en Facatativá no
fueron alentadoras en 2017. Durante todo el año lo comerciantes estuvieron
mencionando el bajo flujo de dinero en la población, lo que se acentuó en la
época del año que se supone más rentable: la decembrina, generando cuentas flacas, "pequeñas para el saco".
Para 2017 las expectativas económicas a nivel
mundial reflejaban que, si bien 2017 no iba a hacer un año de mucho
crecimiento, por lo menos se iba a repuntar el balance poco alentados de 2016,
pero no fue así. En general, la economía mundial no alcanzó la cifra de
crecimiento esperada y el alza del dólar, determinado por el precio del barril
de crudo, fue un fuerte golpe para los importadores colombianos, que
naturalmente tuvieron que subir precios.
Debido a que Colombia es un país que exporta
sus materias primas y exporta las de otros países para tener una ganancia sobre
la calidad de sus productos, es lógico que todo subiera y que, así como ganaron
los exportadores, no fuera igual para los importadores y eso impactó, en
general, la economía del país.
Y en ese orden de ideas el coletazo para los
municipios del país era de esperarse y en lo que respecta a Facatativá mucho
más, pues en el municipio se importan en su mayoría las cosas que se venden en
los establecimientos de comercio, tales como ropa, zapatos, juguetes, alimentos
que no se dan en tierra fría y otros de tierra fría que no se producen en
Facatativá, fármacos, entre otros, mientras que se quedan en el municipio las
flores de peor calidad.
Las misma Secretaría de Hacienda lo reconoció
en el Concejo Municipal, y hubo un recaudo de tan solo $50 millones por encima
de la meta para recuperar la categoría segundo, y eso se debió más que todo a
las estrategias usadas por la cartera, que presentó proyectos de Acuerdo para
reformar el Estatuto Tributario Municipal y para renegociar las deudas de los
morosos de impuesto predial, llevó a cabo un cruce de cuentas con la Dian
porque algunos comerciantes estaban declarándole al municipio montos inferiores
a los que declaraban al ente de control de impuestos y aduanas, mayor exigencia
en la declaración los impuestos, entre otras, que lograron el resultado
esperado.
Sin embargo, se cuenta que para 2017, se
implementó un nuevo decreto de horarios, lo que aumentó la venta clandestina y
debilitó establecimientos de rumba y tiendas de barrio, pues se bajó
posiblemente el consumo de alcohol con el Decreto, pero no se acabó con las
riñas que, tan sólo el sábado, se contaron por decenas en varios puntos de
Facatativá, incluyendo la Zona B&T y al Hospital tuvo aumento en el número de atendidos por heridas de riña y un miembro del gremio de los Dj's murió a causa en medio de un hurto por herida con arma cortopunzante.
Pero el posible bajo consumo de alcohol no
incrementó la venta de otros productos. En un sondeo realizado por El
Observador Siglo XXI, los dueños de restaurantes, negocios de ropa, calzado,
tecnología, electrodomésticos, turismo, billares, supermercados, panaderías,
cafeterías, entre otros, se mostraron pesimistas frente a la situación
económica del año pasado y reconocieron que no vendieron por lo menos lo que
esperaban.
Y todos los comerciantes llegaron a la misma
conclusión teniendo en cuenta y en común la misma premisa, entre todas las que
presentaron: hubo un bajo flujo de gente recorriendo las calles del municipio.
Atrás quedaron los días decembrinos en los que no se podía caminar por el andén
con espacio, porque además de los vendedores informales, el tumulto de personas
impedía una ágil movilización y aunque se presentaron trancones no fueron
mayores a los de años anteriores. Este año que pasó hasta los vendedores informales
sintieron el bajón en la venta de sus productos.
Lo anterior hizo que se viera el cierre de
varios establecimientos comerciales, lo que en la actualidad tiene al municipio
con variada oferta para arriendo de locales, tanto en las calles como en
centros comerciales, situación que amplia la oferta de mano de obra y en
consecuencia aumenta la cifra de desempleo.
En 2016 y 2017 la Secretaría de Hacienda hizo
todos los esfuerzos posibles para lograr que en 2018 y 2019 se generara una
estabilidad de recaudo que permita al ente territorial seguir estando en
categoría segunda, y la cartera reconoció el difícil recaudo en el Concejo,
pero con lo que no contaba era con la difícil situación económica global con
sus consecuencias en lo locas, los cierres temporales a establecimientos de
comercio por usos de suelos, el bajo número de otorgamiento de licencias de
construcción y la construcción y/o modificación ilegal en cientos de predios
del municipio.
Es de la industria, el comercio, y la
construcción de los que se mantiene principalmente cualquier municipio en
Colombia, pero la falta de confianza en las instituciones y los gobernantes es
posiblemente uno de los factores más importantes en la economía y los
escándalos de corrupción, abuso de poder, falta de autonomía debilitan la
economía formal que al informalizarse, disminuye el recaudo estatal, el empleo
y con ello las importantes inversiones que se requieren en los municipios.
A pesar de existir un análisis de mediano
plazo en materia económica en el municipio, no hay nada dicho, pues las crisis
no avisan ni cuando se van, ni cuando llegan y no avisan su magnitud.
Simplemente suceden y pueden ser catastróficas, es deber de las autoridades
aumentar los niveles de confianza hacia sí, de lo contrario por lo que respecta
a Facatativá puede haber fuga de capitales. Mientras tanto, en noviembre de
este año se conocerán el balance de 2018 que a opinión de los comerciantes, no
se ve prometedor, aunque existe una leve esperanza.
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