
Ya han pasado más de 96
horas desde que oficialmente se acabó el plazo de ejecución del contrato 1413
de 2015, el cual tuvo por objeto el “Mantenimiento y rehabilitación del
corredor vial Facatativá – El Rosal en el departamento de Cundinamarca para el programa
‘Vías para la Equidad’”, y fue suscrito entre el Invías y el Consorcio
Mejoramiento Vial de Colombia pero que no ha podido ser entregado por retraso
en las obras.
Esta era una situación
que se veía venir y que a simple vista auguraron usuarios de la vía y residentes
de los sectores tanto urbanos como rurales por donde pasa la misma, la cual se
vio congestionada el pasado domingo agosto 27, día en el que la Administración
local realizó la fiesta del día del campesino en la vereda Moyano, y en la cual
se hizo presente el director territorial de Invías de Cundinamarca, el ingeniero
facatativeño Gustavo Alfonso Vargas Leyton.
El contrato 1413 de
2015, fue suscrito en octubre 14 de 2015, entre Invías y el Consorcio Mejoramiento
Vial de Colombia, pero su ejecución inició en diciembre 9. El plazo determinado
en el contrato fue de 21 meses, es decir que a hoy la obra ya tuvo que haber
sido entregada.
Fue por lo mismo que la
Administración ya tenía al parecer preparado el comunicado que llegó a los
medios dos días antes de finalizar la etapa de ejecución del contrato, y en el
que el primer mandatario facatativeño exigió a Invías el reporte y finalización
de la obra, a sabiendas de los retrasos del Consorcio.
EL COMUNICADO DE LA
ALCALDÍA
El comunicado oficial
que cita un oficio enviado por el alcalde Malo García al director territorial
de Cundinamarca del Invías, afirma que “… se evidencia que aún faltan muchos
tramos por intervenir, lo que me lleva a concluir que el contratista no va a
cumplir con la entrega de la vía en el plazo establecido’ señala el alcalde en
la comunicación”, y además informa que el alcalde solicitó “el nuevo cronograma
de obra”.
Aunado a lo anterior,
el comunicado da cuenta de que en el oficio la primera Autoridad facatativeña
le transmite su preocupación por las inquietudes de los habitantes y
comerciantes de los barrios Portal de María, Juan Pablo II, La Arboleda y Los
Llanitos, “así como las diversas complicaciones de movilidad con trancones que
se han extendido hasta las carreras séptima y quinta, afectando la movilidad
hasta el centro de la ciudad”, pues con la instalación de la placa huella en el
primer kilómetro de la vía desde el casco urbano de la localidad hacía el
vecino municipio, se presenta para los facatativeños un complejo problema en su
calidad de vida.
Finalmente, el
comunicado de la alcaldía expresa que el alcalde comunicó al director Vargas Leyton
que “Nuestros habitantes han tenido que soportar los grandes problemas de
movilidad que han afectado tanto su rutina laboral como familiar. Por tal
razón, le ruego a usted en nombre de todos los Facatativeños agilizar la
terminación y entrega de esta obra”.
EL PROCESO Y LA
SUSCRIPCIÓN DE LA “GRAN MEGA OBRA”
Fue en septiembre de
2016, cuando el entonces vicepresidente y hoy probable candidato independiente
por firmas a la Presidencia de la República, Germán Vargas Lleras, mencionó la importancia
estratégica que iba a tener esta vía para sectores de la economía, por lo que
dijo: “vamos a estar muy pendientes de que nos la cumplan y nos la cumplan bien”.
70 propuestas del mismo
número de interesados se presentaron para la ejecución del proyecto “lo que es
récord en oferentes, transparencia, credibilidad, confianza y un ejemplo para
todos los mandatarios nuevos en donde la contratación ha estado muy cuestionada”,
sostuvo el entonces vicepresidente.
En entrevista a El
Observador Siglo XXI ese mismo día, el director Nacional de Invías, Carlos Alberto García Montes, sostuvo que con el entonces vicepresidente Vargas Lleras y la entonces
Mintransporte Natalia Abello habían “garantizado los tiempos, que se cumplen a
rajatabla” y ejemplificó la exactitud de los mismos en la agenda de los
procesos licitatorios que se abrieron en julio -al mismo tiempo que el de
Facatativá – El Rosal-, aclarando que no se modificó ninguna fecha, en ninguno
de ellos.
“Todo lo hemos cumplido
al pie de la letra y vamos a cumplirlo, que en 21 meses que está establecido
este plazo contractual se va a desarrollar esta importante obra para el
beneficio de los municipios de Facatativá y de El Rosal”, prometió el director
García.
LAS MODIFICACIONES AL
CONTRATO
Sin embargo, al
contrato 1413 de 2015 se le han hecho cuatro modificaciones: una administrativa
-relacionada con la solución de controversias a raíz de un cambio administrativo
en el Invías-, dos presupuestales y la prórroga.
Tan sólo 18 días
después del acta de inicio de obra las cosas cambiaron presupuestalmente.
Inicialmente, el contrato estableció que la apropiación era con vigencias
futuras para 2016 de $1 830 millones y para 2017 de $10 669 788 019, pero
faltando 4 días para finalizar 2015, el 28 de diciembre, se modificó el
contrato, asignando una partida de $9 830 millones para 2016 y para 2017 de $2
669 788 019, es decir se reasignó la entrega de los recursos, quizá con la
premura de entregar a tiempo.
Pero los recursos
tuvieron que ser reasignados nuevamente. En julio 26 de 2016, el Consorcio “manifestó
al interventor de la obra la necesidad de redistribuir los recursos” al
solicitar que se estudiara la posibilidad de “liberar algunos recursos del
contrato correspondientes a la vigencia 2016, para que los mismos sean
desarrollados en 2017”, lo que fue avalado dos días después, razón por la cual
se reasignaron $7 530 millones para otros proyectos en 2016.
LAS CAUSAS DE
LOS RETRASOS
Lo anterior indica que,
si se liberaron recursos del contrato y se reasignaron a otros proyectos, fue
porque no se iban a ejecutar en razón a lo que se tuvo en cuenta y que expuso
el contratista.
Resulta que, en el año 2014,
el entonces alcalde Orlando Buitrago, suscribió un contrato en donde se fijaba
la intervención de algunas vías -entre ellas la de Facatativá – El Rosal, al
límite del cercado fuerte al final de la llanura con el jardín de la sabana-, a
las que en el contrato se estableció una garantía de estabilidad y calidad de
la obra del 30% del valor del contrato y por un tiempo de 5 años a partir de la
entrega de las obras, lo que sucedió hacia mayo de 2015.
Sin embargo y debido a
la garantía de estabilidad y cumplimiento, el contratista tuvo que realizar
obras que previó para 2016, pero “dado que solo hasta la semana anterior -julio
18- la Alcaldía de Facatativá avaló liberar tales tramos de la póliza en mención,
trámite que hasta ahora se iniciará, el contratista -Consorcio Mejoramiento
Vial de Colombia- no alcanzará a ejecutar las obras proyectadas para el 2016 y
a su vez los recursos estimados para estos sectores”, expuso el Consorcio en la
misiva al interventor.
No obstante la demora
de la Administración Malo García para liberar lo cobijado de la vía Facatativá –
El Rosal en el contrato suscrito por Buitrago Forero, el Consorcio le expuso al
interventor que “dado que el primer kilómetro del proyecto se encuentra enmarcado
en área urbana, se requerían trámites ante la Alcaldía de Facatativá para
autorización de intervención, permiso que se obtuvo la semana anterior y que ha
generado que el contratista replantee su intervención en el proyecto por la
demora en la obtención de los permisos, recordando que la fecha de la etapa de construcción
comenzó desde el pasado 10 de marzo y transcurridos 4 meses aproximadamente, se
obtuvo el mencionado permiso”.
Con las anteriores
consideraciones -que no deja bien parada a la Administración de “organización y
planeación estratégica que es lo que requiere la ciudad” que anunció el
arquitecto Malo García en su calidad de alcalde electo el día de la suscripción
del contrato de obra de esta vía en el Portal de María-, sumado al memorando de
la Dirección Territorial del Invías avalando la solicitud, y al estudio de
modificación del contrato suscrito por el Consorcio, la Interventoría y el
Coordinador de Grandes Proyectos del Invías, que en el Comité de Adiciones y Prórrogas
de la Dirección Técnica del Instituto aprobaron la solicitud de liberar el
dinero que no sería ejecutado en Facatativá en 2016.
LA PRÓRROGA DE 45 DÍAS Y
EL FALTANTE PROBLEMA POR SOLUCIONAR EN LA VÍA
Al medio día de ayer, a
través de la Aplicación WhatsApp, El Observador Siglo XXI le escribió al
director Vargas Leyton, con el fin de preguntarle si ya existía un reporte de
la Interventoría o en su defecto de la Dirección Territorial Cundinamarca, a lo
que respondió que en las siguientes horas “se socializará con la Alcaldía de Facatativá
las decisiones tomadas respecto al contrato en mención. Posterior a eso la Alcaldía
seguramente expedirá un comunicado de prensa”, sin embargo, al momento de
consultarlo dijo que aún se estaba coordinando la hora y el lugar.
Al finalizar el primer
cuarto de hora de las 7 de la noche anterior, este medio de comunicación le
escribió nuevamente pero no ha respondido hasta el momento. La Administración Municipal se pronunció.
A las 00:28 de hoy,
septiembre 13, llegó el comunicado de la Alcaldía anunciado por el ingeniero
Vargas Leyton, quien -según cuenta el comunicado- "rindió completo informe al alcalde Malo García" -su compañero de gabinete en el gobierno del hoy representante a la Cámara Óscar Sánchez León- y señaló que se concedieron 45 días de prórroga al Consorcio, el cual deberá
entregar en 10 días “360 metros de pavimento rígido -concreto-“ a la altura del
barrio Los Llanitos, en donde se comprometieron a la construir un segmento de
andenes.
Seis kilómetros de berma-cuneta,
la entrada al barrio Juan Pablo II y la señalización vertical y de piso de toda
la vía son las obras que faltan por ejecutar y que según el nuevo cronograma deberían
ser entregadas a finales de octubre próximo, según relató el director territorial del Invías, quien agregó que de reiterarse el incumplimiento se procedería con las sanciones contractuales por incumplimiento
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