Las Autoridades sanitarias del puerto cundinamarqués
realizaron el pasado fin de semana un
operativo preventivo a los establecimientos donde se expende carne de
pescado con el fin de verificar su apto estado para el consumo.
Lo anterior debido a la avalancha- que arrastró toneladas
de materiales sólidos, como lodos, rocas y sedimentos, por del Río Magdalena- generada
por el invierno, el martes y miércoles, en el municipio de Campoalegre (Huila),
la cual originó un considerable aumento de la pesca, sobre todo a la ribera del
río Magdalena, en donde a la altura del municipio de Girardot el agua es turbia
y carece de oxigeno.
Según informó la Corporación Autónoma Regional del Tolima
(Cortolima), señaló que “se hallaron peces con taponamiento de sus agallas lo
que ocasionó sus muertes”, recomendó que dichos peces muertos fueran enterrando
para, principalmente, evitar su consumo por humanos y animales.
Los afectados corresponden a las especies Bagre,
Bagresapo, Nícuro, Pataló, Bocachico, Cucha y Sardina, “que recibieron el impacto
de alteración y disminución de la calidad físico-química y bacteriológica del
Río Magdalena”, finalizó el director de Cortolima, Jorge Enrique Cardozo.
Esto ha generado la alerta de las autoridades sanitarias
en los municipios ribereños, del cual Girardot hace parte, quienes ya han
empezado a tomar las medidas necesarias en caso de una emergencia por el ph del
agua o por el consumo de pescado en posible estado de descomposición.
Así, y en consecuencia, las Autoridades recomiendan a
habitantes y turistas a revisar muy bien la calidad del pescado que vaya a consumir,
teniendo en cuenta el aspecto, color y olor, entre otras características claras
y visibles que puedan ser encontradas.
De igual manera insta a los comerciantes que ofrecen
pescado tanto crudo como en platos de restaurante, que deben cumplir con todas
la normativas higiénicas con el fin de evitar hechos lamentables en el
municipio por esta causa.
La jornada de verificación del producto se llevó en
conjunto con la oficina de espacio público y la policía de la municipalidad,
con el fin de prevenir y controlar estos lugares dedicados a la venta de este
tipo de cárnicos.
La afectación también se ha sentido en el trayecto de la
cuenca media del río Magdalena, a la altura de los municipios de
Armero-Guayabal y Honda.
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